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Una varita mágica para cambiar de canal

24 junio 2011

Los fabricantes ya no saben qué inventar: ¿un mando con forma de varita mágica? Es más curioso de lo que parece: te enseñamos cómo ser todo un brujo desde tu sofá.

Entre los miles de productos que analizamos cada año, no es habitual que llegue a nuestras manos uno tan original como la varita mágica Wand Kymera. Aunque lo llamativo de este divertido complemento no significa que sea de gran utilidad. De ti depende si merece la pena comprar este "juguete" y ser un aprendiz de brujo ante tu televisor.

Ni un mando universal ni una ganga

El artilugio sacado al mercado por Wand Kymera sirve para controlar los aparatos electrónicos que proliferan en nuestro hogar, desde la tele hasta el aire acondicionado. Sin embargo, no debe confundirse con un mando universal, ya que no es capaz de sustituir a todos los mandos de la casa.

La varita mágica no tiene ningún botón: su funcionamiento se basa en sensores de movimiento. Detecta hasta 13 movimientos diferentes, y cada uno de ellos puede asociarse a diferentes funciones de control remoto. A diferencia de un mando clásico, deberemos aprender cómo mover la varita para que nos obedezca correctamente, y también habrá que "educarla", enseñándole qué funciones realizar con cada gesto.

Wand Kymera se presenta en una exótica caja con su interior forrado en brocado de seda china, dragones dorados bordados sobre fondo rojo... El par de pilas alcalinas AAA necesario para que funcione disipa en cierta medida la sensación de haber adquirido un artículo de brujería del Lejano Oriente. Tampoco es una ganga: cuesta 60 euros.

varita magica

Lecciones de magia para los profesionales del sillón

Para que nuestra varita mágica "despierte" tendremos primero que desenroscar la parte inferior para acceder al compartimento de las pilas (incluidas con la compra) y quitar su protector. Después será el momento de programar: enseñarle a esta particular batuta los movimientos que van a ir asociados a cada una de las funciones.

Para darle lecciones a la varita, hay que sostenerla en vertical y darle un pequeño toque en su parte central. Notaremos entonces las 4 vibraciones que indican que está en "modo aprendizaje". Lentamente, colocaremos la varita en posición horizontal y apuntando hacia el mando distancia convencional al que queremos asociarla (ya sea el de la tele, la minicadena, el aire acondicionado...). En ese momento haremos con la varita el gesto que queremos que quede asociado a ese mando en concreto.

Una vez asociada a un mando, la varita latirá un número determinado de veces, en función del tipo de movimiento que hayamos elegido:

  • Giro en sentido de las agujas del reloj: 1 vibración.
  • Giro en sentido contrario a las agujas del reloj: 2 vibraciones.
  • Golpecito hacia arriba: 3 vibraciones.
  • Golpecito hacia abajo: 4 vibraciones.
  • Golpecito hacia la izquierda: 5 vibraciones.
  • Golpecito hacia la derecha: 6 vibraciones.
  • Toque en su parte superior: 7 vibraciones.
  • Toque en su parte lateral: 8 vibraciones.
  • Latigazo: 9 vibraciones.
  • Empuje: 10 vibraciones.
  • Toque doble en su parte superior: 11 vibraciones.
  • Toque doble en su parte lateral: 12 vibraciones.
  • Retirarse: 13 vibraciones.

Tras estos latidos iniciales, la varita empezará a palpitar muy rápidamente, indicándonos que está lista para aprender. En este momento apuntaremos hacia el mando que estamos asociando y pulsaremos en él la tecla que queremos que controle nuestra varita. Una única y larga vibración final confirmará que la varita ha aprendido la lección.

Una vez que la varita ha aprendido, giraremos lentamente la muñeca para que mire hacia el suelo y le daremos un toque en su parte lateral. La varita vibrará rápidamente 4 veces para confirmar que ha salido del "modo aprendizaje" y que está lista para funcionar.

Con un movimiento de muñeca y un poco de práctica seremos los magos del salón, cambiando canales, controlando nuestro equipo de música, regulando la temperatura de la habitación... Cuando nos cansemos, bastara dejar la varita inactiva un minuto y se apagará. Para nuevos hechizos solo hará falta cogerla de nuevo y se encenderá automáticamente.

varita magica

Conclusiones: divertida pero innecesaria

Lo mejor
  • Muy original
  • Buen acabado
  • Funciona correctamente

Lo peor
  • No sustituye a todos los mandos de distancia de la casa: es más un "juguete".
  • Artilugio innecesario.
  • Hay que aprender a usarlo y practicar los movimientos.