La hiperplasia benigna de la próstata

 El aumento progresivo del volumen de la próstata es un fenómeno natural pero que, a partir de una determinada edad, puede provocarse en patológico. Es lo que se conoce como hiperplasia benigna de la próstata, una afección capaz de provocar una obstrucción de la uretra y perturbar el funcionamiento de la vejiga. Esto provoca diversos problemas urinarios: disminución de la fuerza del chorro, necesidad de orinar con más frecuencia, sensación de vaciado incompleto, chorro interrumpido, gotas residuales... A menudo hay que levantarse por la noche para orinar. A veces la necesidad surge de una manera brusca y apremiante, de forma que hay que darse prisa para llegar al servicio.

Normalmente, la confluencia de estas circunstancias en un hombre de más de 50 años es un indicio de hiperplasia benigna de próstata. Pero también pueden tener otras causas: cálculos en la vejiga, infecciones bacterianas, cáncer de próstata, etc. Por eso es preciso consultar siempre al médico, incluso si los síntomas son poco molestos.

La próstata

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LA PRÓSTATA

 
La próstata es una glándula que tiene como principal función secretar un líquido que forma parte de la composición del esperma. Aunque la próstata es minúscula en el niño recién nacido, crece mucho a lo largo de la pubertad, hasta alcanzar una forma similar a la de una castaña, con unos 3 o 4 cm de diámetro. Cuando el individuo ronda los 50 años la próstata vuelve a crecer. Esta glándula está situada bajo la vejiga y delante del recto, rodeando la uretra. Al aumentar de tamaño, puede llegar a comprimir la uretra y a presionar la vejiga: de ahí vienen los problemas urinarios tan habituales en los hombres de esta edad.

¿PROBLEMAS CON LA PRÓSTATA?

Para diagnosticar este tipo de afección prostática los médicos suelen recurrir al cuestionario estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Este cuestionario valora la importancia de los síntomas. Si usted tiene problemas urinarios, le puede interesar rellenarlo antes de ir al médico y enseñarle los resultados.
Repetirlo con regularidad le servirá para seguir de cerca la evolución del problema, y comprobar si se agrava, se estabiliza o mejora.

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¿HAY UN TRATAMIENTO?

No necesariamente. Si no se hace nada, el problema se gravará para la mitad de los pacientes,. Pero en torno a un 30% de los casos la situación se va a estabilizar, y en aproximadamente un 15% de los pacientes incluso va a mejorar. Por tanto, no hay que iniciar inmediatamente un tratamiento. A menudo, puede bastar una atenta vigilancia, para pensar en el tratamiento si no hay mejoría o si los problemas se agravan. La decisión de iniciar o no un tratamiento depende de varios factores, como la gravedad de los síntomas, o la forma en que cada persona vive su problema. Los mismos síntomas no afectan a todos de la misma manera.

PARA MÁS INFORMACIÓN

En OCU Salud nº 51 publicamos un artículo sobre la hiperplasia benigna de próstata y sus posibles tratamientos.