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Cómo identificar el origen de una humedad
hace un año - jueves, 8 de abril de 2021
Reconocer las humedades por sus efectos.
Las humedades en inmuebles
La humedad en una vivienda, local o trastero es un problema importante al que no se le suele dar importancia hasta que su solución resulta costosa y ha producido problemas graves. A veces por desconocimiento de su existencia, o más bien de la gravedad y de sus consecuencias, que van más allá de lo estético.
Ante la aparición de una humedad no debemos reaccionar simplemente pintando una pared o un muro, ya que no eliminamos un problema que sigue estando ahí y volverá a hacerse notorio. Hay que localizar el origen y atajar el problema de raíz.
No solo afecta a viviendas de plantas bajas, sótanos o áticos, ni a zonas de costa o a edificios situados en zonas de menor sol.
La importancia del diagnóstico es esencial. Hay que conocer el origen de la humedad. Aquí hablamos ya de las humedades de condensación y de sus posibles soluciones.
¿Cómo identificar los tipos de humedades?
Existen algunos elementos a la vista que nos dan pistas.
Si la humedad viene de acciones externas, como la lluvia, podremos observar eflorescencias blancas en las paredes exteriores, a veces ladrillos rajados, grietas, juntas dañadas, etc., junto con manchas de humedad claramente delimitadas en las paredes interiores. Las eflorescencias generalmente están producidas por la cristalización de las sales solubles, arrastradas por el agua hacia el exterior en ciclos de humectación-secado. Este tipo de humedades vienen del interior de la pared.
Si la humedad tiene un origen accidental (fuga en tuberías), lo que veremos son aureolas húmedas concéntricas, posible aparición de moho. Se puede detectar observando el contador del agua antes y después de una noche, u observando la mancha después del uso de determinados aparatos. La aureola indica una presencia de agua puntual, y que puede venir por oleadas, de forma que las aureolas sean de distinto tamaño. Este síntoma descartaría las hipótesis de las condensaciones y de humedades ascensionales o de capilaridad. Pueden aparecer en cualquier lugar donde haya tuberías de agua y aparatos sanitarios; generalmente en puntos concretos.
Daños por agua en vivienda y seguros.
Si la humedad asciende del suelo por capilaridad o humedad freática, veremos manchas de humedad interiores y exteriores con formación de salitre; posible formación de musgo en el exterior; en el interior el papel pintado se despega, el enlucido se desmorona; puede aparecer moho, etc. El Salitre es un tipo de eflorescencia, que contiene productos orgánicos que pueden provenir del suelo. Se notarán sobre todo en los remontes capilares de agua del suelo. Para distinguir el salitre de otras eflorescencias, puede ser necesario un análisis químico. La mancha aparece en una gran longitud de la pared, a lo largo de todo el espesor, hasta una altura de 80 a 120 cm, esta altura dependerá de diversos factores como la porosidad del muro y el grado de evaporación. Cuanto menor es el tamaño de los poros del material, mayor será la ascensión de agua a través del mismo.
Señales de la condensación y de problemas de construcción
En la humedad por condensación aparecen cristales empañados (durante mucho tiempo), manchas de humedad de contornos vagos, a veces moho y con olor a moho (el típico olor a humedad). Sólo suelen aparecer en la cara interna de la pared o del techo, sobre todo, en las zonas de orientación fría (norte/noroeste).
Si se trata de humedades por problemas de construcción, generalmente se presenta en la existencia de un ambiente más húmedo dentro de la vivienda, pero puede presentarse en el caso de la pintura de las paredes en un abombamiento de la misma, o también en una humedad mayor en los paramentos verticales u horizontales. Puede aparecer mucho tiempo después de terminada la construcción, incluso aunque la casa esté caldeada y aireada. La procedencia de esta humedad es debida principalmente al agua necesaria para la puesta en obra de los materiales empleados en la construcción (hormigón, yesos, morteros), o al agua que pueden haber absorbido ciertos elementos de la construcción en su fase de almacenamiento, tanto en origen como cuando están cerca de la obra. La totalidad de la construcción tardará en secarse entre uno y dos años.