Tormenta en generalizada en las bolsas
En la primera semana de abril hemos asistido a las mayores bajadas del precio de las acciones en las principales bolsas mundiales, tras el Covid. Su causa ha sido el anuncio de los aranceles al comercio por parte del gobierno de Trump.
En Estados Unidos, el índice S&P 500 perdió un 9% y el Nasdaq un 10%. La firma Apple, que importa materiales de China e India, perdió más de un 13%. Los tres grandes del equipamiento deportivo, con fábricas en países asiáticos, Nike, Adidas y Puma, se dejaron entre un 10 y un 11%. Los efectos en Europa fueron similares, con caídas llamativas en el sector bancario (-10,9%). En España el IBEX 35 bajó más de un 5% solo el viernes 4 de abril.
En momentos así es cuando se aprecia el valor de tener una buena estrategia de inversión a largo plazo.
Si quiere seguir la evolución de las bolsas y analizar opciones para sus inversiones financieras, consulte OCU inversiones.
Inmuebles para compensar los vaivenes de la bolsa
Esos movimientos no son puntuales. La incertidumbre vivida en el bimestre febrero-marzo de 2025 ante unas menores perspectivas de crecimiento económico acabaron pasando factura a las bolsas mundiales (-7,5%). Un golpe que nuestras carteras lograron amortiguar gracias a una diversificación que incluye los inmuebles: la cartera pequeña -pensada para patrimonios de hasta 500.000 euros-, cedió un -0,9% en el periodo, frente al -0,6% de la cartera grande, -diseñada para patrimonios de al menos 500.000 euros y preferiblemente 2.000.000 euros-.
Cuando se actúa con una estrategia a largo plazo, hay momentos que son baches en un camino donde las malas rachas se compensan como las buenas y donde lo que importa es elegir una buena estrategia a largo. De hecho, desde su inicio en febrero de 2003, la estrategia para un patrimonio pequeño acumula un fantástico 214,7% y la diseñada para patrimonios mayores un 238,8%. Quien hubiera invertido entonces 500.000 € acumularía 1.573.500 € ahora en la pequeña y unos 1.694.000 € en la grande.
Una combinación ganadora
El éxito de estas estrategias radica en una buena combinación entre la parte financiera y la de inmuebles. La parte financiera la abordamos a través de la estrategia global flexible (-1,8% en el bimestre) diseñada por los analistas de OCU Inversiones: con un 80% del peso en la cartera pequeña y del 60% en la grande. Para seguirla de forma sencilla le proponemos dos fondos, combinación con la que se reducen las pérdidas al -1,2% en el periodo: la pata de acciones globales tiene un peso del 60% y se puede seguir con el SA Óptima Global (ES0114289004); por otro lado, la pata de renta fija (40% restante) se puede seguir con un buen fondo monetario en euros, como por ejemplo el Profit Corto Plazo (ES0171629035; disponible en Gesprofit) o el Groupama Ultra Short Term Bond N (FR0013346079; disponible en Singular Bank).
· Estas caídas se han reducido gracias a la inversión en inmuebles, cuyos pesos se mantienen invariables -un 20% para “patrimonios pequeños” y un 40% para “patrimonios grandes”-, pues el precio de los inmuebles es menos volátil a los vaivenes de los mercados financieros. En concreto nuestra recomendación de fincas rústicas se centra en las tierras para cereal de secano en Castilla y León. En cuanto a los inmuebles urbanos -peso el 5% para grandes patrimonios -, la inversión pasa por algunas oportunidades en locales y garajes, según el patrimonio a invertir.
Por el momento, mantenemos sin cambios las distribuciones actuales de esas carteras.