Incorporar inmuebles reduce el riesgo de una cartera sin afectar a la rentabilidad a largo plazo
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Si manejamos un patrimonio grande, en cualquier caso superior a los 500.000 euros y preferiblemente en torno a los 2 millones de euros en total, la parte que podemos destinar a inmuebles – sin alterar la composición equilibrada del conjunto – puede estar integrada por distintas opciones: locales, viviendas, fincas rústicas de mayor tamaño…
Para la parte de su estrategia dedicada a la inversión financiera le proponemos un modo sencillo de componer una cartera equilibrada y diversificada. Véalo.
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Las inversiones financieras que mejor garanticen una buena rentabilidad a largo plazo, asumiendo un riesgo limitado, deben incluir tanto a las acciones como a las obligaciones a largo plazo. Para alcanzar la diversidad óptima entre mercados, sectores y monedas haría falta invertir en una multitud de fondos de inversión, cuidadosamente escogidos. Con la intención de simplificarle ese cometido, la mejor alternativa es dedicar el 60% a un buen fondo de acciones como el Beka Óptima Global (+11,2% en 2023), que combina adecuadamente la gestión pasiva y activa, y un 40% a un buen fondo monetario para suplir la parte de obligaciones: le puede servir uno de los más baratos que ofrezca su entidad.