Los resultados de la cartera en 2023
Una preocupación extendida es saber cómo encontrar rentabilidad a los pocos o muchos ahorros que vayamos obteniendo. La respuesta depende de muchos factores, como el plazo al que queremos invertir (según el momento en que necesitaremos en dinero) y el grado de riesgo que deseemos asumir.
Desde aquí venimos elaborando unos modelos de cartera de inversión pensados para el largo plazo y con objetivo de lograr rendimientos estables, menos sujetos a variaciones bruscas. Unas carteras que combinan la inversión financiera, en sus diversas modalidades y países, con la inversión en inmuebles.
Hay que decir que 2023 resultó ser un buen año para las inversiones pese a un comienzo complicado y a otros sobresaltos. Los inversores valoraron cómo los principales países desarrollados sorteaban una dura recesión cuando los tipos parecían tocar techo y la inflación se controlaba. Las bolsas mundiales fueron las grandes protagonistas con una subida del 20,2%. Los mercados de deuda a nivel global ganaron un 1,6%.
· Nuestras estrategias con inmuebles cerraron 2023 en positivo. La cartera pequeña, pensada para patrimonios inferiores a los 500.000 euros, acumuló ganancias del 4,2% en el año; y la cartera grande, diseñada para patrimonios superiores, avanzó un 4,4%. Ambas estrategias están pensadas para el largo plazo, al menos más de diez años vista y, preferiblemente, 20 años o más. Desde su nacimiento en febrero de 2003, la estrategia para un patrimonio pequeño acumula un rendimiento medio del 5,5% anual, frente al 5,2% de la estrategia para mayores patrimonios.
Adiós al Metavalor Global
La buena marcha de las carteras con inmuebles se debe a su equilibrio entre la pata financiera y la puramente inmobiliaria. La primera representa un 80% en la cartera pequeña y un 60% en la grande. Hablamos de la cartera Global Flexible, que cosechó en 2023 un rendimiento cercano al 8%. Se trata de una estrategia mixta global que incluye acciones (en un 60%) y obligaciones (40% de esa parte financiera), complementando así la parte inmobiliaria en las carteras.
· Para quienes quieran seguir estas carteras más fácilmente ya no podemos recomendar el fondo Metavalor Global, porque ya no sigue la distribución de esa cartera. Por ahora, la mejor alternativa es dedicar el 60% a un buen fondo de acciones como el Beka Óptima Global (+11,2% en 2023), que combina adecuadamente la gestión pasiva y activa, y un 40% a un buen fondo monetario para suplir la parte de obligaciones: le puede servir uno de los más baratos que ofrezca su entidad.
La apuesta agrícola sigue fuerte
La pata de los inmuebles dota de estabilidad a las carteras de inversión a largo plazo, reduciendo su riesgo. En el último lustro las acciones globales obtienen una volatilidad del 15,7% anual frente al 9,6% anual de la cartera pequeña y el 7% anual para la grande, coincidiendo con el mayor peso que está dedica a los inmuebles. Las fincas rústicas conservan un elevado potencial de ahí que mantengamos un peso entre el 20% y el 35% según hablemos de la cartera pequeña o la grande, respectivamente. Seguimos apostando por las tierras de secano de Castilla y León (+ 4,7% en 2022).
· Por otro lado, los inmuebles urbanos cuentan con un peso residual del 5% y sólo están presentes en la estrategia para grandes patrimonios.