Se mantiene en cifras bajas
Los precios siguen al alza
Según el portal Idealista, los precios de venta a nivel nacional continúan creciendo, en julio a un ritmo del 7,2% interanual. Entre las provincias donde más han crecido se encuentran Alicante (+15,8%), Santa Cruz de Tenerife (+14,1%) y Baleares (+13,9%). No obstante, hay algunas en las que se han registrado pequeñas correcciones, como en Jaén (-1,6%), Ciudad Real (-0,9%) y Zamora (-0,8%).
Por su parte, los alquileres han subido un 9,3% de media a nivel nacional, con provincias como Baleares (+24,2%), Santa Cruz de Tenerife (+21,3%) o Málaga (+20,2%) superando esta cifra con creces. En este caso, no encontramos provincias donde los precios del alquiler caigan.
En cuanto a la capital, los precios de venta también pisaron el acelerador (+3,9% en julio), aunque más suave que la media nacional. En cambio, los alquileres (+10,1%) sí se revalorizaron más que en el conjunto de España. Barcelona siguió el mismo camino, mientras que los precios de venta crecieron un 2,6%, los alquileres siguen disparándose (+14,7% anual) un mes más. Si bien son subidas muy pronunciadas, vemos como la tendencia alcista va bajando el ritmo mes a mes.
Conclusiones
En líneas generales el sector inmobiliario sigue aguantando en contra de lo que cabría suponer dado el extraordinario cambio en los tipos de interés. Sigue existiendo mucha liquidez circulante y muchos siguen considerando a la vivienda una inversión segura en tiempos de inflación elevada y con escasas alternativas de inversión. Sin embargo, dados los elevados costes de inversión, impuestos y de mantenimiento, su rentabilidad, salvo excepciones, está lejos de ser aceptable.
El progresivo aumento de los tipos de interés en las hipotecas fijas y variables se hace notar en el número de hipotecas contratadas, pero no con el impacto que podría preverse.
Un reducido número de promociones de viviendas en buenas zonas de grandes capitales se venden a precios muy elevados, una de las posibles causas es la escasez de vivienda nueva puesta en el mercado, y especialmente en algunas zonas consolidadas con escasa renovación, lo que propicia su aumento de valor. En algunas ciudades como Madrid es notable el flujo de inversores hispanoamericanos aumentado por la inestabilidad de sus países, y en algunas localidades de la costa, un elevado porcentaje de inversores extranjeros puede influir en el elevado precio de determinadas promociones en zonas prime, aunque esto sucede mientras el poder adquisitivo y el consumo general disminuye.
También se está observando, al igual que sucede con la sociedad española, un aumento de la diferencia de valor entre barrios ricos y más humildes. El tema de la creciente inseguridad percibida pudiera influir también.
Seguimos insistiendo en que tarde o temprano los precios inmobiliarios deberían reflejar la situación económica general, aunque como de costumbre con retraso y por barrios. Aunque ya se está notando una disminución en el ritmo de subida en venta y alquiler, la variación interanual al alza interanual sigue fuerte. La reciente Ley de la vivienda aprobada, con la inclusión del control de alquileres para determinados propietarios y otras medidas coercitivas del sector influyen negativamente en los rendimientos de los inmuebles como ninguna ley anterior ha hecho. Esto quita interés al alquiler para los inversores y debería acelerar un descenso de los precios de venta (uno de los objetivos buscados por la Ley). La disminución de la oferta de alquiler provoca sin embargo el efecto contrario al pretendido, es decir una subida de los alquileres.
