2023, un año sombrío
Con la sombra del Brexit todavía a sus espaldas y un crecimiento del PIB de apenas el 0,1%, la economía británica cerró el año 2023 en recesión. Escasez de mano de obra, caída de la producción, subida generalizada de precios… La inflación llegó a superar el 10%, lo que obligó al Banco de Inglaterra a subir los tipos oficiales hasta el 5,15%. Subida que pesó como una losa sobre la inversión de las empresas y desencadenó una crisis inmobiliaria, a la vez que los hogares sufrían el encarecimiento del crédito y frenaban su consumo.
2024, el amanecer
Este año la inflación se ha ralentizado bruscamente, hasta un 2,3%, su nivel más bajo desde julio de 2021. Los trabajadores se benefician de un aumento de su poder adquisitivo tirando del consumo. Y si bien la subida de los salarios podría alimentar a la inflación y retrasar el retorno al objetivo del 2%, el Banco de Inglaterra está firmemente decidido a recortar sus tipos oficiales para apoyar la economía. Prevemos que lo haga en un 1% de aquí a finales de año.
• También un cambio de rumbo político podría insuflar nuevos aires a la economía. Cuestionado por la opinión p-blica y por su propio partido, el primer ministro conservador Rishi Sunak ha anunciado elecciones anticipadas para el 4 de julio. Según los últimos sondeos se espera una victoria aplastante de los laboristas. Más europeístas que los conservadores euroescépticos, el cambio podría ser aplaudido por consumidores y empresarios.
Una oportunidad
El cambio de rumbo monetario y político dará un nuevo impulso a la economía británica. Eso sí, sin echar las campanas al vuelo. El crecimiento seguirá siendo débil y podría no superar el 1%. Dicho esto, no hay que evitar el mercado bursátil londinense. Se trata de una bolsa que concede un lugar de honor a la «vieja economía» y en la que cotizan sobre todo empresas pertenecientes al sector financiero, la industria, las materias primas y la sanidad. Durante mucho tiempo esta “tradicionalidad” ha situado a Londres en desventaja frente a aquellas otras bolsas en las que predominan los gigantes de internet. Pero ahora los inversores están redescubriendo una bolsa en donde las empresas reparten generosos dividendos año tras año. Así, con unas valoraciones aún atractivas tras las subidas de los últimos meses, creemos que las acciones británicas siguen siendo interesantes como fuente de diversificación para aquellos inversores menos sensibles al riesgo.
A través de acciones individuales
En la cartera Experto en acciones tienen cabida dos empresas británicas:
– National Grid(conservar). Más de la mitad de su volumen de negocio pro-viene de EE. UU., donde se beneficia del aumento de algunas tarifas y le permite amortiguar el impacto del aumento de costes. Se beneficia de la transición energética y creciente electrificación de las economías para lo cual prevé au-mentar sus inversiones. Los ingresos regulados aportan estabilidad y visibilidad a sus resultados, aunque seguirá estando muy endeudada.
– Vodafone Group(conservar). En el marco de su reorientación estratégica, el operador de telecos está saliendo de aquellos mercados más difíciles (España. Italia…). Pero sus cargas financieras son muy pesadas, y el grupo ha anun-ciado que reducirá a la mitad su próximo dividendo.
Cotización en el momento del análisis:70,88 GBp
• Otras compañías interesantes con consejo de compra son BAE Systems (defensa), Anglo American (minería), Diageo (alimentación) y GSK (farmacéutico).
Consulte sus respectivas fichas detalladas en nuestro comparador de acciones.
Si prefiere un fondo o un ETF
A sabiendas de que la bolsa londinense solo está presente con un 5% en la cartera global flexible y en la mixta dinámica, para apostar por ella puede hacerlo bien a través de un ETF como el iShares Core FTSE 100 (IE00B53HP851) que cotiza en euros en el Xetra alemán y encontrará por ejemplo en Banco BiG , bien a través de un fondo índice tradicional excelente como el iShares UK Index “I” (IE00B1W56R86) a la venta en EBN Banco desde 2.500 euros.
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