Destinar la finca a instalación fotovoltaica

Quién toma la iniciativa

Algunos dueños de fincas rústicas han recibido propuestas de empresas dedicadas a la producción de energía eléctrica mediante placas solares, para pactar arrendamientos o derechos de superficie sobre sus tierras. Muestran cifras llamativas de rendimientos futuros, pero conllevan compromisos a largo plazo y riesgos que hay que valorar. Junto con el posible impago, ha habido casos negativos para el propietario del terreno donde se ha abandonado la explotación sin desmontar todas las instalaciones.

Estos contratos se rigen por el código civil, no por la Ley de arrendamientos rústicos, y existe libertad de pacto. El pequeño propietario necesita estar bien asesorado. Aquí resaltamos algunos puntos importantes que conviene fijar por escrito. Una primera dificultad consiste en saber con quién firmamos el contrato. Las productoras de electricidad usan sociedades intermediarias, a veces creadas exprofeso y sin respaldo financiero.

Qué rentabilidad ofrecen

La renta o canon ofrecida varía y sube en zonas muy soleadas. Las empresas consultadas dan un rango de entre 1.300 y 2.200 €/ha/año. Agricultores de Zamora nos hablan de ofertas algo menores, de entre 700 y 1.000 € la ha. Supone una rentabilidad bruta anual que puede alcanzar el 15-20%, superior al rendimiento de la propia labor agrícola, pero no se deje encandilar. Hay que sopesar el rendimiento que se obtiene por la explotación agrícola con la PAC y lo que ofrece la Empresa, teniendo en cuenta los riesgos (impago, quiebra de la Empresa, sucesivos cambios normativos…) y la imposibilidad de volver a cultivar hasta la retirada total de la instalación. Haga valer el refrán del pájaro en mano: en lugar de ingresos futuros, pida el adelanto de las rentas de uno o dos años.

Las fases del proyecto

La Empresa debe hacer una inversión en la infraestructura y obtener unos permisos para la explotación. Esto requiere