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¿Es la guerra? Nuestra postura editorial
hace un año - miércoles, 25 de mayo de 2022La guerra no es responsable de todos los males
En nuestra última encuesta trimestral de principios de abril les preguntamos cómo habían afectado a sus decisiones de inversión la COVID y la guerra ruso ucraniana.
Ante una pandemia que confinó al mundo, paralizó la economía mundial hundiendo el PIB (p.ej. -10,8% en 2020 para España), puso en dificultades a la industria y el comercio al romper las cadenas de aprovisionamiento, acabó con el transporte de pasajeros hiriendo a toda la industria que depende del mismo y que fue el detonante para que, con la vuelta a la “nueva normalidad”, despegasen los precios y en particular los energéticos; no nos produjo gran sorpresa descubrir que el 86% de ustedes nos respondió que la pandemia global había afectado a sus decisiones de inversión, mucho el 54% y algo el 32%. Más nos ha sorprendido descubrir que el conflicto bélico en Ucrania les ha afectado mucho más, al 94%, mucho (57%) o algo (38%).
Con los políticos achacando a Rusia todos nuestros problemas económicos, estando saturados de información del conflicto y con el drama humano de muertos y despl-zados, entendemos que el conflicto bélico pese más sobre el ánimo que por ejemplo los 26 millones de ciudadanos que en Shanghái llevan dos meses confinados en sus hogares. Pero, en lo que respecta a las decisiones de inversión, más que la guerra en Ucrania, debieran pesar otros problemas como el de la inflación galopante, el rumbo que tomen los bancos centrales respecto a los tipos o la amenaza de una recesión económica. Y no nos malinterprete, desde OCU no restamos la importancia que merece y estamos completamente en contra de la agresión bélica rusa sobre Ucrania, siendo conscientes de que un rápido fin del conflicto traería un rebote de los mercados en Europa al relajarse la tensión e incertidumbre que genera, a la par que una vuelta al redil financiero internacional de Rusia podría solucionar algún problema con los suministros energéticos y las inversiones en ese país. Ahora bien, la guerra no es responsable de todos los males, ni un armisticio solucionaría de un plumazo los problemas anteriores.
Por ello, no hacemos un monotema de la guerra y nos fijamos más en otros problemas que creemos pueden afectar más a su bolsillo, como el de la declaración de la Renta y Patrimonio, le presentemos la situación de los países escandinavos -vea p.ej. cómo invertir en un buen fondo de acciones suecas- o cómo acudir a la subasta de bonos u obligaciones del Tesoro. Eso sí, la guerra tendrá como consecuencia un despegue de los gastos en defensa que será aprovechado por empresas como Thales que hemos incorporado a nuestra cartera experto en acciones. Deseamos la paz en el mundo, pero mientras esta no llegue seguiremos aconsejándole qué hacer mientras tanto.