Brasil, oportunidad emergente
¿Vale la pena asumir el riesgo de invertir en Brasil?
¿Vale la pena asumir el riesgo de invertir en Brasil?
Para el pequeño inversor que busca una diversificación inteligente, Brasil presenta argumentos sólidos que van más allá de los titulares políticos. Los fundamentos económicos brasileños han demostrado una notable resistencia frente a presiones externas. Tras la imposición en julio de aranceles de hasta el 50% por parte de Estados Unidos, Brasil ha tenido que absorber un impacto significativo en sus exportaciones, pero las últimas negociaciones han empezado a aliviar parte de esas medidas. Además, la bajada de tipos estadounidenses abarata su financiación, mientras que un dólar más débil reduce el coste de sus importaciones y contiene la inflación. La política monetaria brasileña ha ganado credibilidad, y su banco central ha estabilizado el real, proporcionando mayor predictibilidad a los inversores internacionales.
En el plano geopolítico, Brasil cuenta con activos estratégicos difíciles de replicar. Como séptimo productor mundial de petróleo y autosuficiente energéticamente, el gigante sudamericano está blindado contra shocks en los mercados energéticos. Petrobras ha desarrollado una tecnología punta en extracción en aguas profundas, convirtiéndose en referente global. Sus alianzas comerciales se fortalecen: China recurre masivamente a la soja brasileña, y constructores chinos de coches eléctricos como BYD invierten en producción local, señal inequívoca de una cooperación industrial creciente. Europa, tras años de negociación, firmó finalmente el acuerdo con Mercosur, buscando en Brasil la demanda que escasea en otros mercados. El país también posee las segundas reservas mundiales de tierras raras, un recurso crítico que aumenta su relevancia geopolítica. Y más allá de la macroeconomía, Brasil alberga líderes empresariales consolidados.
Pero no todo es color de rosa. Brasil presenta riesgos no desdeñables con un elevado coste de la deuda pública que limita la flexibilidad fiscal de país. Y unos mercados bursátiles y cambiarios que han demostrado sufrir fuertes oscilaciones cuando los tiburones financieros internacionales huelen sangre.
Ahora bien ¿Merece la pena apostar ahora por Brasil? ¿Por quién? ¿Con qué ponderación? Y sobre todo ¿cómo? Sean cuales sean las respuestas, debe presionar esta tecla, sólo si su aversión al riesgo le va a permitir dormir a pierna suelta con esta inversión que es una de las que, entre los mercados bursátiles, sufre más altibajos. Y además con un peso que, sin pasarse, le permita capturar el potencial alcista sin exponer excesivamente su patrimonio a la volatilidad inherente de un mercado emergente. Y siempre, eligiendo un medio que le permita afrontar con garantías esta apuesta, en este mercado en el que hemos visto fondos que en el último lustro ganan apenas un 7% o más de un 50%. ¿Complicado? No tanto si lee nuestro análisis sobre el país donde damos todas las respuestas.
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