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Aprender del pasado
hace 4 años - martes, 22 de enero de 2019El 2018 ha sido un año difícil para unos inversores que han tenido poco a lo que agarrarse. Pero como no hay mal que por bien no venga, echar la vista atrás nos permite extraer unas jugosas lecciones financieras que podrían venirle como anillo al dedo en años venideros.
El 2018 ya es historia. Ha sido un año difícil para unos inversores que han tenido poco a lo que agarrarse. Si las acciones dejaban un reguero de pérdidas a su paso, la inversión en obligaciones tampoco servía como bálsamo: su valor menguaba fruto de unos tipos aún bajo mínimos pero que ya parecen haber emprendido el camino al alza. Eso explica las caídas generalizadas en todas las categorías de fondos de inversión. Y el panorama tampoco ha sido muy alentador para el ahorrador más conservador que ha tenido que conformarse con rentabilidades exiguas, cuando no nulas o incluso ligeramente negativas, por tener su dinero a buen recaudo. Un año para olvidar sí, pero no del todo. Y es que como no hay mal que por bien no venga, echar la vista atrás le permitirá extraer unas jugosas lecciones financieras que podrían venirle como anillo al dedo en años venideros.
Saque partido de experiencias pasadas
Así, en el dossier de nuestra revista mensual del mes de enero "10 lecciones financieras" ponemos negro sobre blanco con las 10 lecciones que usted debería haber aprendido en 2018. Entre ellas, por ejemplo, el desconfiar de pócimas milagrosas con las que multiplicar su dinero o evitar burbujas que se inflan y se inflan sin grandes fundamentos que las respalden. Dicen que la letra con sangre entra y, lamentablemente, quienes siguieron al mediático gurú Josef Ajram o invirtieron en bitcoin en 2018, ya lo han sufrido en sus propias carnes. Para ellos puede que sea tarde, si bien es cierto que esa experiencia negativa puede ayudarles en el futuro. Pero son muchos los inversores que pueden sacar partido de ello.
Nosotros tampoco vamos a ser menos. Y al hacer balance al final de año también hemos recordado una lección que, si bien ya conocíamos, la tozuda realidad nos la puso sobre la mesa justo cuando sonaba la bocina del cierre de año. Como no podía ser de otra forma, nuestras carteras no pudieron esquivar las pérdidas en 2018 tras el batacazo de diciembre. No es agradable, cierto, pero no hay que sacar las cosas de quicio. No deje de pensar nunca en el largo plazo, que es donde han de dar el do de pecho estrategias como las de la cartera equilibrada global o la del experto en acciones, que así han hecho hasta ahora pese a sufrir algún que otro bache por el camino.
Precisamente en lo que a estas se refiere, hemos decidido en este 2019 dar un paso adelante. Para refrendar nuestra independencia y por la propia ética que de ello se deriva, no asignaremos evaluación alguna a los dos fondos que siguen ambas estrategias, el Metavalor Global y el Metavalor Dividendo. Lo que no quita dar al César lo que es del César y reconocer la valía de ambos. De hecho, el primero, que ya tiene histórico suficiente, acaba de recibir la máxima calificación por parte de Morningstar (vea nuestro análisis sobre"Nuestras estrategias globales y el Metavalor global en 2018"), constatando que se encuentra entre los mejores fondos españoles.
Saque partido de experiencias pasadas
Así, en el dossier de nuestra revista mensual del mes de enero "10 lecciones financieras" ponemos negro sobre blanco con las 10 lecciones que usted debería haber aprendido en 2018. Entre ellas, por ejemplo, el desconfiar de pócimas milagrosas con las que multiplicar su dinero o evitar burbujas que se inflan y se inflan sin grandes fundamentos que las respalden. Dicen que la letra con sangre entra y, lamentablemente, quienes siguieron al mediático gurú Josef Ajram o invirtieron en bitcoin en 2018, ya lo han sufrido en sus propias carnes. Para ellos puede que sea tarde, si bien es cierto que esa experiencia negativa puede ayudarles en el futuro. Pero son muchos los inversores que pueden sacar partido de ello.
Nosotros tampoco vamos a ser menos. Y al hacer balance al final de año también hemos recordado una lección que, si bien ya conocíamos, la tozuda realidad nos la puso sobre la mesa justo cuando sonaba la bocina del cierre de año. Como no podía ser de otra forma, nuestras carteras no pudieron esquivar las pérdidas en 2018 tras el batacazo de diciembre. No es agradable, cierto, pero no hay que sacar las cosas de quicio. No deje de pensar nunca en el largo plazo, que es donde han de dar el do de pecho estrategias como las de la cartera equilibrada global o la del experto en acciones, que así han hecho hasta ahora pese a sufrir algún que otro bache por el camino.
Precisamente en lo que a estas se refiere, hemos decidido en este 2019 dar un paso adelante. Para refrendar nuestra independencia y por la propia ética que de ello se deriva, no asignaremos evaluación alguna a los dos fondos que siguen ambas estrategias, el Metavalor Global y el Metavalor Dividendo. Lo que no quita dar al César lo que es del César y reconocer la valía de ambos. De hecho, el primero, que ya tiene histórico suficiente, acaba de recibir la máxima calificación por parte de Morningstar (vea nuestro análisis sobre"Nuestras estrategias globales y el Metavalor global en 2018"), constatando que se encuentra entre los mejores fondos españoles.