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Las divisas, sin control
hace 8 años - lunes, 19 de enero de 2015
¿Qué opinamos de la última tormenta que azota el mercado de divisas? ¿Alguna repercusión para sus inversiones?
El poderío de los bancos centrales raramente se cuestiona. El Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EE.UU. son considerados los principales responsables de la recuperación de sus economías. La masiva intervención del Banco de Japón ha permitido al país recuperar la esperanza. Pero a pesar de que los bancos centrales han sido capaces de domar la inflación, enfriar ataques especulativos en los mercados de deuda y de poner en marcha la economía, hay un área en la que a menudo han fracasado: el control de los tipos de cambio. La semana pasada vivimos dos nuevos ejemplos:
El Banco Central de Rusia vio cómo el rublo caía a cotas por debajo del nivel de los 76 RUB por euro, a pesar de sus esfuerzos para evitarlo– y de las decenas de miles de millones de euros gastados –. Los instrumentos del banco central ruso han sido insuficientes ante la caída del precio del petróleo y las sanciones económicas, dejándose el rublo un 40% en apenas seis meses.
Más sorpresiva fue la decisión del Banco Nacional de Suiza (BNS) de eliminar el tipo de cambio mínimo para el franco suizo, apenas dos días después de afirmar que éste era un pilar de la política monetaria Helvética. El impacto en el mercado ha sido enorme. Casi de inmediato, el euro y el dólar USD perdieron un cuarto de su valor frente al franco suizo.
No se sabe si la causa de la decisión ha sido frenar la avalancha de dinero ruso fluyendo hacia Suiza o la negativa del BNS a seguir comprando euros para evitar la apreciación del franco, máxime cuando se avecina la puesta en marcha de la máquina de imprimir euros por parte del BCE. Lo que sí es seguro es que esta decisión pesará en la competitividad de Suiza y podría sumir al país en una espiral deflacionaria. El BNS ha admitido la derrota. Y es que manejar a conveniencia los mercados de divisas es un reto particularmente difícil. Harían bien por tanto en abstenerse de intentar este tipo de intervenciones, ya que al final sólo consiguen disminuir la transparencia y aumentar la volatilidad.
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