Rascar y ganar

Rascar y ganar

La banca siempre gana. La frase viene como anillo al dedo en estos momentos. Con unos tipos de interés disparados, no debiera sorprenderse si acude a solicitar un préstamo al consumo por cualquiera de las oficinas de los grandes bancos españoles, por ejemplo 15.000 euros para comprar un coche a devolver en 5 años, y le piden entre un 7 y un 9%TAE (eso sí, los hay bastante mejores). Mientras que si acude con esos 15.000 euros a esas mismas oficinas a ver qué interés le ofrecen si los deposita, haya quedado anclada su oferta en los tiempos en los que el precio oficial del dinero era negativo. No sorprende que las cuentas bancarias rebosen de felicidad. Algo de lo que sacan partido sus accionistas, pero no unos ahorradores que, inexplicablemente, acumulan entre depósitos y cuentas a la vista más de un billón de euros.

¿Depósitos irrisorios? Sin problemas, hay alternativas.

Aunque por el momento vemos más inmovilismo que otra cosa, es posible que los bancos españoles tiendan a subir la remuneración de los depósitos para estrechar la brecha con los bancos de la zona euro que, de media, pagan un 70% más. En todo caso, es una situación que no nos preocupa en exceso, ya que el particular tiene a su alcance alternativas rentables, como las letras del Tesoro a 12 meses , la Cuenta Facto o la Livret A, con las que puede obtener -sin riesgo- en torno al 3% anual. Solo hay que rascar para exprimir al máximo esa parte del dinero destinada a la liquidez que no debería suponer un porcentaje muy elevado de sus inversiones.

Sí hay, en cambio, una derivada de esta nueva estrategia bancaria que nos preocupa más. Con las alforjas llenas, los bancos ya no dependen tanto de los depositantes para financiar un negocio que en los últimos años ha potenciado vía ingresos por comisiones. Y aquí, las que provienen de los fondos de inversión y del negocio de gestión de carteras son muy suculentas y constituyen un negocio redondo. Sin apenas esfuerzo, colocan sus fondos y cobran ingresos por ello de forma recurrente. Así, no extraña el crecimiento entre los grandes bancos de las carteras gestionadas y que los fondos más vendidos del año  se incluyan entre ellas. Es decir, que no sean elegidos por el partícipe, sino por los propios bancos. A priori, buen negocio para el banco, pero no tanto para usted. En línea con los fondos con objetivo de rentabilidad que tanto proliferan ahora y que entre los grandes bancos suelen ir de la mano de comisiones elevadas que no se ajustan a la nula gestión que hay detrás. 

En esta selva donde la banca (casi) siempre gana, usted cuenta con nuestra ayuda para rascar hasta dar con las mejores alternativas para su dinero en cada momento. Tanto en lo que a la liquidez se refiere como en lo que concierne a las inversiones de más largo plazo, con nuestras estrategias globales y, más en detalle, con los mejores fondos, como los de “small caps” de la zona euro de Groupama o Lonvia.