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La trampa del corto plazo
hace un año - martes, 6 de abril de 2021
Poner el foco en los rendimientos cosechados por un fondo en un corto periodo de tiempo puede llevarnos a conclusiones equivocadas. Vea nuestra postura editorial.
Hace un año acabábamos de dejar atrás el fatídico mes de marzo, en el que con la dichosa COVID-19 en pleno apogeo nos “encerraron” en casa, se paralizó la actividad económica a nivel global y los mercados bursátiles vivieron un desplome sin apenas precedentes. De ahí que, por aquellos tiempos, todos los fondos de acciones – independientemente del sector o mercado geográfico donde invirtieran – dejaban tras de sí un alarmante reguero de pérdidas, que eran muy visibles si se ponía la lupa en el rendimiento cosechado en periodos cortos de tiempo; como por ejemplo los últimos doce meses, un plazo muy utilizado (erróneamente) por los inversores.
Así, hace apenas un año muchos salían corriendo al ver pérdidas a doce meses superiores al 10% en fondos sectoriales o geográficos que ya por aquel entonces eran interesantes. Tal fue el caso del fondo de agua RobecoSAM Water, que ahora sale mucho más “guapo” en la foto. Y es que desde entonces los mercados bursátiles han dado muchas alegrías y han tirado claramente al alza, de ahí que la tortilla se haya dado la vuelta y lo que vea ahora entre los fondos de acciones sea ganancias de infarto en los últimos doce meses. Ese fondo de agua es un buen ejemplo de ello, como también lo son los fondos domésticos de acciones globales que echaron a andar a comienzos de 2019. Uno de ellos es el Torsan Value, que gana más de un 90% o el propio Beka Optima Global, que ha obtenido una revalorización superior al 40%. Pero tenga cuidado, porque cuando de inversiones en acciones hablamos y, por tanto, de los fondos de acciones que en ellas invierten, poner la lupa en periodos temporales cortos, como el tan manido año vista, puede llevarnos a conclusiones totalmente equivocadas. Y más cuando la volatilidad campa a sus anchas en los tiempos que corren. Mal futuro les espera a esos inversores que se dejan llevar por el “timing” y basan sus decisiones en la foto fija de periodos tan cortos como el de un año vista.
A la hora de invertir lo realmente importante es determinar si con la vista puesta en el largo plazo, esa apuesta es o no interesante a los precios actuales. Es decir, si el sector o el país en cuestión cuenta a futuro con un binomio rentabilidad-riesgo atractivo. Obviamente, cuando vamos a canalizar esa apuesta a través de un fondo de inversión también es importante echar la vista atrás para determinar si en el pasado el comportamiento del fondo estuvo (o no) a la altura de lo esperado. Siendo conscientes de que lo acaecido en el pasado no es garantía de nada, sí es una buena vara de medir para saber por dónde podrían ir los tiros en adelante. Pero claro, tendremos que partir para ello de periodos temporales mucho más amplios, donde los buenos momentos se compensen con los malos y el resultado final sea mucho más fiable. Así, a la hora de elegir un fondo convendrá poner la lupa en periodos de al menos 5 años.