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Una victoria aplastante
Los resultados de las elecciones estadounidenses se han conocido más rápidamente de lo esperado. Donald Trump vuelve al poder, con el Partido Republicano recuperando el control del Senado y probablemente también de la Cámara de Representantes. Esta victoria facilita la aplicación de sus prioridades, lo que implica un cambio de rumbo para Estados Unidos. ¿Cómo afectará todo ello a su economía y a las bolsas mundiales? Analicémoslo en detalle.
Reducción de la presión fiscal
La alianza entre Trump y el Partido Republicano destaca por la determinación a la hora de reducir la presión fiscal sobre la economía estadounidense, favoreciendo un entorno más liberal para las empresas. Esta reducción de impuestos aumentará los beneficios empresariales y posiblemente la renta disponible de algunas familias. En consecuencia, la demanda y el crecimiento económicos estadounidenses seguirán siendo boyantes en los próximos años.
Ahora bien, independientemente del resultado electoral, ya se esperaba allí una reducción de la presión fiscal. Sin embargo, la diferencia con los años de Biden será una menor regulación, con normas menos exigentes para las empresas, especialmente en cuestiones medioambientales. Por tanto, las empresas podrán invertir con mayor libertad y menores costes. También disminuyen las perspectivas de demandas contra las grandes compañías tecnológicas. Al beneficiarse de menos regulaciones y de una carga fiscal más liviana, las empresas están mejor preparadas para generar beneficios. Por otro lado, la peculiar forma de actuar de Trump, fuera de los convencionalismos, puede favorecer a determinadas empresas como Tesla o a las de criptomonedas (vea el artículo La victoria de Trump empuja al bitcoin, ¿cómo les va a los ETN?) que han sido grandes promotores de su campaña.
Esta situación explicaría la respuesta positiva de los mercados bursátiles al resultado electoral, con el índice S&P 500 cerca de marcar un nuevo máximo y las pequeñas y medianas empresas estadounidenses liderando las ganancias.
Subida de tipos de interés y fortalecimiento del dólar
La rebaja fiscal implica una importante caída de los ingresos del Estado estadounidense, que Trump pretende compensar con aranceles aduaneros, aunque estos serán insuficientes. La creciente necesidad de financiación empuja los tipos de interés de la deuda estadounidense al 4,5%, frente al 3,7% de hace un mes.
Esta subida de tipos supone una caída en el valor de las obligaciones, lo que perjudica a los inversores con deuda estadounidense en su poder. Sin embargo, para los inversores de la zona euro, la apreciación del dólar compensa este efecto negativo, y el dólar alcanza su valor más alto frente al euro desde el verano, en torno a 1,07 dólares. La fortaleza de la economía americana, en contraste con la situación europea, impulsará el valor del dólar.
Impacto global
Las repercusiones del regreso de Trump van más allá de EE.UU. La subida de los tipos de interés estadounidenses y el fortalecimiento del dólar presionarán a las divisas y economías de los países emergentes, así como al euro.
Los precios de la energía también se verán afectados. Trump quiere maximizar la producción local, lo que presionará a la baja los precios del petróleo. Esta caída del precio del petróleo beneficia a los consumidores, pero podría obstaculizar la transición energética al reducir el atractivo de las inversiones en energías renovables. Al mismo tiempo, el deseo de Trump de imponer aranceles afectará inevitablemente a China y Europa, limitando el crecimiento de sus empresas. En un contexto en el que las empresas estadounidenses están batiendo las expectativas de beneficios y muestran confianza en sus perspectivas de crecimiento, la economía americana sobresale frente al resto del mundo.
Nuestra opinión
La victoria de Trump marca un punto de inflexión para EE.UU. Con el Senado, el Tribunal Supremo y posiblemente la Cámara de Representantes controlados por los republicanos, Trump obtiene el control total. Aunque nos deba preocupar el déficit público, los inversores ven un mercado con gran potencial de crecimiento y empresas que se benefician de un entorno fiscal y regulatorio favorable, lo que permitirá aumentar los márgenes de beneficio. Incluso con unas ratios de valoración elevadas, los activos estadounidenses siguen siendo atractivos.
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