Acciones chinas, el dragón vuelve a rugir

Cómo invertir en acciones chinas.
El potencial amarillo
La eficiente gestión de la pandemia por las autoridades demuestra la capacidad de adaptación del país a los nuevos retos. Como el de acostumbrarse a un menor crecimiento ahora que su economía es mucho más grande y madura. En cualquier caso, el 4% de media anual esperado para la próxima década, aunque lejos de niveles pasados, es muy superior al crecimiento previsto para la zona euro o EE. UU. Además, China cuenta con tres grandes vectores de crecimiento: está a la vanguardia de la tecnología (semiconductores, baterías, energía solar o inteligencia artificial) y prueba de ello es que cuatro de las cinco compañías chinas más grandes están relacionadas con ella (Tencent, Alibaba, Meituan, JD.com); es el productor mundial por excelencia; y su mercado interno tiene margen para seguir creciendo.
No exento de riesgos
Pero no todo es de color de rosa. El conflicto comercial con EE. UU. no ha desaparecido y el nuevo enfoque de Pekín para estabilizar su sistema financiero no solo traerá un crecimiento más débil, sino que ha derivado también en una injerencia del gobierno, poco saludable, para reducir la influencia del sector tecnológico.
· Factores todos ellos que han lastrado las acciones chinas en los últimos meses. Pero las bolsas chinas conllevan un riesgo mucho menor al que presentaban allá por 2019 cuando decidimos plegar velas. De ahí que ahora veamos de nuevo razones para tener una pequeña exposición en acciones chinas, presentes con un 5% en nuestras carteras mixtas equilibrada y dinámica, así como en la global flexible.
Sopa de letras china
Ojo, invertir en acciones chinas no es sencillo. Las complejas normativas que rigen los mercados chinos han dado lugar a una auténtica sopa de letras de clases de acciones que abarcan varios países y presentan diferencias de tamaño, alcance, liquidez, composición sectorial y rendimiento.
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