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Sonó la flauta, ¿por casualidad?

Los billetes de 50 euros van a seguir circulando y siendo válidos

El trabajo de un buen analista es buscar el valor e invertir en esas inversiones que lo llevan intrínseco.

Publicado el  20 diciembre 2024
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Los billetes de 50 euros van a seguir circulando y siendo válidos

El trabajo de un buen analista es buscar el valor e invertir en esas inversiones que lo llevan intrínseco.

En el mundo financiero, a veces, ocurren eventos que, afectando a algunas acciones se traducen en rendimientos abultados para quienes las tuvieran en cartera. Y este año ha sido prolífico en ellos.

El valor intrínseco de las compañías, factor clave

Estos eventos ya comenzaron a aflorar a comienzos de año, cuando la compañía belga de transporte marítimo, Exmar, se vio envuelta en la lucha por su control. Ello la hizo despegar desde los 1,75 euros a los que cayó con la crisis de 2020, hasta los 11,50 ofrecidos en la última OPA (oferta pública de adquisición) de hace unos días; y ello tras haber pagado casi 10 euros de dividendo en los últimos cuatro años. Es decir, quien invirtió 1.750 euros en Exmar en el verano de 2020 contará hoy con más de 21.000 euros.
Unos eventos a los que no ha sido ajeno el parqué español, aunque no podamos hablar de multiplicar por 12 la inversión. En concreto en los últimos días ha saltado la opa de la tailandesa Minor Hotels sobre su filial española, la antigua NH Hotels. Una operación en la que los tailandeses ofrecen 6,37 euros a los accionistas, con la intención de excluir la compañía de bolsa. O aún mejor, la opa sobre Alba Corporación Financiera con una prima que ronda el 79%, lo que la ha aupado al pó-dium de las españolas con mejor comportamiento en 2024.
Al estilo de lo relatado en la fábula del siglo XVIII, donde un burro se encontraba una flauta en el camino y pensando que era comida, al llevársela a la boca sopló haciéndola sonar por casualidad, algunos pueden interpretar que el rendimiento aflora fortuitamente y en forma abundante en los casos antes relatados, tratándose simplemente de una casualidad; al igual que al burro le pasó con la flauta. Como analistas le diremos que las cosas no funcionan así.
No es casualidad que a los especuladores les aconsejáramos esperar a la oferta por Exmar, o que hace apenas tres meses, cuando Minor Hotels cotizaba a 4,11 euros, dijéramos a sus accionistas que especulativamente las mantuvieran a la espera de una posible opa de exclusión (cuyo precio debería ser un 40% superior); algo en lo que incluso nos hemos quedado algo cortos, pues la prima ha sido del 55% respecto al precio de aquella fecha. Y todo ello por no decir que Alba era una de nuestras acciones favoritas y, por ello, formaba parte de nuestra cartera del Experto en acciones. El trabajo de un buen analista es buscar el valor e invertir en esas inversiones que lo llevan intrínseco. Otra cosa es que pueda saberse cuándo va a tardar en aflorar ese valor. Hay que ser paciente e invertir con una perspectiva de largo plazo. Aquel en el que las inversiones acaban dando sus frutos; contando también con que, en cualquier momento, un evento, pueda sacar a la luz su valor de golpe. Pero no se engañe, los réditos solo aflorarán, cuando existe valor detrás. No hay quien pueda hacer sonar la flauta de una inversión, si carece de él.