¡Al infinito… y más allá!
Es la mítica frase de Buzz Lightyear, astronauta y héroe de la película animada Toy Story que, como no podía ser de otra manera, es estadounidense. Una declaración de intenciones que encaja a la perfección con el sueño americano, revitalizado ahora de la mano Donald Trump y su apabullante victoria bajo el lema “hagamos a los Estados Unidos grandes de nuevo”. Un sueño que están viviendo los inversores estadounidenses para los que su bolsa parece no tener techo.No es ningún secreto. Salvo excepciones de ciertas compañías europeas como ASML o Novo Nordisk, o de algunos gigantes asiáticos como Tencent, Alibaba, Samsung o TSMC, en la Bolsa de Nueva York (NYSE) y en el NASDAQ cotizan las empresas más punteras del mundo cuyos tentáculos se expanden por todo el orbe. Y precisamente por ello podrían justificarse los elevados precios que se están pagando por ellas. De hecho, en realidad son las que están protagonizando la actual escalada bursátil, y dado su fuerte peso en los principales índices estadounidenses estos se mueven a su compás. Toda una escalada que, a nuestros ojos, incita a la reflexión tal y como explicamos en nuestro análisis ¿Están caras las bolsas? Y no somos los únicos que así lo creemos. También el BdE (Banco de España), en su Informe de Estabilidad Financiera de otoño, avisa del peligro que entrañaría una corrección bursátil del precio de las acciones de las grandes tecnológicas, debido a su elevado tamaño y peso en los índices bursátiles. Unos índices con ratio de precios sobre ganancias (PER, por sus siglas en inglés) que se encuentra por encima de su media histórica, tanto en el caso del S&P 500 como en el del Nasdaq 100. Puede que a algunos esta situación les recuerde la burbuja tecnológica de 2000… Pero el BdE argumenta que hay "diferencias relevantes" como que el PER no es tan elevado o que las tecnológicas hoy en día están "consolidadas".
Nosotros no creemos que se vaya a producir una brusca corrección en el corto plazo, sino que estamos en la onda del BdE que advierte que la corrección podría ocurrir en caso de que se materializaran eventos macroeconómicos adversos o si se produjera una significativa revisión a la baja de las previsiones de beneficios de algunas empresas tecnológicas. Un escenario que podría acelerarse debido a que algunos fondos de inversión juegan a mantener posiciones apalancadas que pudieran obligarles a vender de forma acelerada, con un movimiento similar al que hundió la bolsa japonesa hace unos meses al cerrarse las posiciones carry trade.