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El peligro de los charlatanes. Nuestra postura editorial
hace 2 años - lunes, 18 de enero de 2021
En estos primeros días del nuevo año seguro que más de un ahorrador anda cabizbajo con el resultado que arrojaron sus cuentas durante 2020. La preocupación por lograr mayores rendimientos puede dejarles expuestos a ciertos peligros.
Para los que siguen una estrategia conser-vadora buscar el rastro de los intereses entre los apuntes de sus cuentas bancarias – por la precaria cifra – es como buscar una aguja en un pajar. En este contexto de tipos bajos un año y otro la misma pregunta vuelve a salir a relucir: qué hacer con el patrimonio para ganar más dinero. Con las apuestas de menor riesgo en el dique seco en cuanto a rendimientos se refiere la legítima preocupación por lograr más réditos puede dejarles expuestos a un peligro muy real: el de ser engañados por cualquier lobo con piel de cordero. Charlatanes que intentan sacar tajada del ambiente de especulación, propiciado por los bajos tipos de interés y que lo mismo se dejan llevar por el frenesí de la compraventa rápida de acciones; que, por temas de inversión de moda, pero sin contar con un sólido análisis detrás.
Claro que entre estos charlatanes podemos distinguir dos categorías, por así decirlo. Por un lado, los que están convencidos de que tienen razón y a pesar de lo frágil de sus argumentos se las ingenian para hacerlos llegar al mayor número de personas. Es más, valiéndose de cierta pericia en temas muy técnicos consiguen hacerlos más creíbles. Un ejemplo ilustrativo son los apasionados por las Criptomonedas (bitcoin, ethereum, etc.), que están consiguiendo atraer a un nicho de inversores, que no encajan en esta apuesta especulativa y que de salirles mal la jugada podrían perder lo invertido. Y por otro, están los clásicos charlatanes, aquellos que se aprovechan expresamente de la confusión de los ahorradores para tratar de colocar sus productos con la promesa de ganancias que saben a ciencia cierta que son ilusorias.
En definitiva, en estos tiempos de crisis conviene mantener los ojos bien abiertos. Si bien, el sentido común puede ser un buen aliado a la hora de desechar las tentadoras ofertas de esos lobos con piel de cordero, le será de gran ayuda dejarse asesorar por profesionales, que se rijan por el análisis fundamentado de los mercados. Análisis que desde OCU Inversiones le servimos en bandeja, mostrándole las oportunidades a su alcance – como casi el 60% cosechado con la apuesta del ETF del sector agrícola –, pero siempre avisándole del riesgo que asumirá con ellas. Y es que no se engañe, la perspectiva de un mayor rendimiento siempre irá acompañada de un mayor riesgo, que no siempre va a poder ser asumido ni ser del gusto de todos los inversores.
Mantenga la cabeza fría, especialmente este año, y antes de abordar cualquier inversión, asegúrese de que sea aquella que encaje perfectamente en su perfil de riesgo y al plazo al cual usted pueda mantenerla. Cualquier oferta que le ofrezca mucho rendimiento en un breve plazo probablemente sea ilusoria.