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Adaptarse a tiempos difíciles
hace 3 años - lunes, 15 de junio de 2020
El gran calado de la crisis generada por el coronavirus requiere medidas de igual calibre para seguir haciendo rodar el engranaje económico.

Contar con una cartera de inversiones diversificada es fundamental y más en momentos de incertidumbre.
Al estilo de lo que hacían “Los hermanos Marx en el Oeste”, cuando destrozaban un vagón de tren para alimentar la caldera con la madera arrancada. Quizá esta imagen de aquella película de 1940 sea muy dramática, pero parece no estar pasando inadvertida para las autoridades monetarias. En estos momentos están echando mano de todas las herramientas a su alcance para procurar el correcto funcionamiento de los mercados. Así lo puso de manifiesto la Reserva Federal americana hace unos días al anunciar que mantendrá los tipos bajos, entre el 0% y 0,25%, hasta 2022. Además, el banco central americano seguirá comprando deuda soberana de empresas y préstamos hipotecarios – 120.000 millones de dólares al mes –, y no descarta recurrir a más medidas con tal de apoyar la economía de su país.
Esta decisión de mantener la política hiper acomodaticia por más tiempo ha tenido su efecto en los mercados; en concreto el de las divisas y las obligaciones tomaron nota y no tardaron en reaccionar: el dólar, refugio por excelencia, perdió posiciones frente al euro. Y es que el panorama de tipos bajos por más tiempo hizo perder atractivo a esta divisa para los inversores. En cuanto al de las obligaciones, en un primer momento los inversores estaban reclamando rendimientos más elevados para la enorme cantidad de deuda que se emitirá. Pero ahora, sabedores de que la Fed respaldará el grueso de las compras, con la oferta y la demanda igualada, los tipos incluso han llegado a caer: los rendimientos a 10 años, que se negociaban por encima del 0,9% hace unos días bajaron a algo menos del 0,7%. Con este apoyo de la Fed tampoco nosotros esperamos movimientos al alza en los tipos, con lo que vemos interesantes, no sólo las de largo plazo – las de entre 7 y 10 años están presentes en algunas de nuestras carteras –, sino también las de vencimientos aún superiores. Así lo prueban los buenos resultados en lo que va de año de los productos disponibles para invertir en obligaciones estadounidenses.
Vienen tiempos difíciles y toca adaptarse a ellos de la mejor forma. Es decir, configurando una cartera de inversiones lo más diversificada posible y aprovechando el potencial allá donde se encuentre. Por ejemplo, el de la renta fija americana, como acabamos de ver; ponerse bajo el paraguas protector de las divisas refugio, como el dólar o el yen, también incluidas en algunas de nuestras estrategias; o buscar el escudo en valores de sectores defenivos, como el de la alimentación tal como acabamos de hacer en nuestra Cartera Experto en acciones (cambios en el Experto en acciones para adaptarnos al entorno de crisis). Un sector que goza ahora de mayor protagonismo y que junto a otros defensivos como el sector farmacéutico proporcionan el blindaje que requieren estos momentos adversos.
Consulte nuestras estrategias para los distintos perfiles de inversor