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La aventura de especular

El elevado nivel de riesgo de algunas inversiones hace que sólo sean aptas para un determinado perfil de inversor.

El elevado nivel de riesgo de algunas inversiones hace que sólo sean aptas para un determinado perfil de inversor.

Publicado el  25 mayo 2020
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El elevado nivel de riesgo de algunas inversiones hace que sólo sean aptas para un determinado perfil de inversor.

El elevado nivel de riesgo de algunas inversiones hace que sólo sean aptas para un determinado perfil de inversor.

¿A quién no le gustaría ver crecer su patrimonio como la espuma en un corto espacio de tiempo como si del milagro de los panes y los peces se tratara? Y más en el momento actual de crisis…

Pero, como ocurre con todo en la vida, en materia de inversiones nadie consigue más sin estar dispuesto a pagar un peaje a cambio. En este caso el precio es el de asumir fuertes altibajos en esas inversiones en la que se esperan golosas ganancias; pero que, de salir mal, también pueden acabar haciendo un buen roto en su bolsillo.

Dicen que toda crisis trae oportunidades y esta en la que nos ha sumido el coronavirus, ya nos ha llevado a detectar unas cuantas. Estamos hablando de apuestas principalmente a corto plazo, en las que en general predomina ese componente de mayor riesgo. Un alto voltaje que por ahora está compensando a quienes han seguido nuestros consejos, pues en poco tiempo ya han empezado a dar sus frutos (vea cómo les está yendo a estas apuestas arriesgadas). Es el caso de las biotecnológicas estadounidenses Gilead Science o Moderna Inc., cuyas cotizaciones se mueven cual montaña rusa, al son de los avances de sus tratamientos e investigaciones en torno a la lucha contra el coronavirus. Destaca, por tanto, el cariz especulativo que tienen estas inversiones y que, en consecuencia, hace que no sean aptas para todos los públicos. Por tanto, a la hora de hacer nuestras recomendaciones – consejos que como siempre se apoyan en un amplio análisis y estudio de distintas variables –, nos dirigimos tan sólo a esos perfiles capaces de soportar la máxima tensión, lo cual no está reñido con la prudencia. Y es que deber tener bien presente que el conjunto de estas apuestas – que deben hacerse al margen de una estrategia global de inversiones – nunca debería superar un peso residual del 5%. Porque estas deben entenderse tan sólo como un complemento y no como el hilo conductor de una estrategia inversora. En otras palabras, dado que el éxito no está garantizado, sólo debería dedicar a estas apuestas la cantidad de dinero que pueda permitirse perder. 

En definitiva, que sean aptas para su perfil no implica que se lance sin red, cegado por los jugosos rendimientos que pudiera obtener. Rendimientos que entendemos que pueden resultar atractivos, pero que a nuestro parecer en nada deslucen los buenos resultados cosechados con una estrategia pensada a largo plazo: por ejemplo, el 13,4% medio anual obtenido por nuestra cartera Experto en acciones en las últimas tres décadas, adecuada para aquellos inversores que toleran mejor la tensión; o el rendimiento cercano al 5% de nuestra Cartera Global Flexible en la última década; estrategia más conservadora donde prima la diversificación y el equilibrio de los riesgos. Son carteras como estas, que tienen la vista en el largo plazo, las que deben ser el verdadero eje central sobre el que se rija su patrimonio. Por el camino, puede echarle algún aderezo, que pueda ser de su agrado, pero siempre con las precauciones que le hemos indicado.

Consulte nuestras nuestras carteras para cada perfil de inversor