- Sala de prensa
- Inversión sin riesgo, D.E.P.
Inversión sin riesgo, D.E.P.
hace 3 años - lunes, 21 de octubre de 2019Ya dimos cuenta de ello la semana pasada con la decisión de grandes bancos de dejar de comercializar depósitos en euros a los particulares. Pero pensamos que la cuestión va más allá. Y es que el momento de invertir en productos sin riesgo ha pasado a mejor vida. No hay más que ver el reguero de rendimientos negativos que está proporcionando el Tesoro español. Con la deuda pública, una apuesta que ha sido del gusto de los que quieren tenerlo todo bien atado, ofreciendo pérdidas y ante la escasa oferta de productos sustitutivos con un mínimo de atractivo, quienes deseen sacar partido a su patrimonio no tendrán otra alternativa que dar el salto a asumir “algo más de riesgo”. Será la única forma de poner a trabajar su dinero de verdad.
Ahora bien, entendemos que de primeras los que están acostumbrados a navegar en su hidropedal sin dejar de ver la costa a escasos metros en ningún momento puedan sentir vértigo a dar ese salto. Pero nada como dar un repaso al propio concepto de riesgo para desmitificar el mito. Mientras que una inmensa mayoría de gente lo identifica con sufrir altibajos en el valor de su inversión – volatilidad que dicen los expertos –, para nosotros el verdadero riesgo es que al final del plazo previsto no se consiga el rendimiento objetivo o pactado o este sea sumamente insatisfactorio. Es decir, el riesgo no puede definirse por las aguas que atraviese su embarcación, sino porque termine llevándole, o no, al mejor puerto posible en un plazo razonable. Un ejemplo que sirve para poner en perspectiva el concepto del riesgo es nuestra Cartera Global Flexible, una estrategia pensada para el largo plazo. En sus veintiséis años de historia tomando p.ej. periodos de 8 años arroja unos resultados que dan buena fe de lo valioso de una estrategia que no se fija en la volatilidad del corto plazo. Y es que en el más desafortunado de los casos alcanzó en tal plazo un rendimiento del 25,5% (3% medio anual) y cuando mejor le fue llegó a rentar un 134% (11,2% medio anual). Ahora compare estos rendimientos con los de un producto estructurado como el de Deutsche Bank y juzgue por sí mismo.
En conclusión, no tenga miedo a cambiar el chip en su manera de invertir y destierre la idea de que riesgo es igual a altibajos y pérdidas temporales. Evalúe siempre sus inversiones al final del plazo recomendable para las mismas y no se quede anclado en los tropiezos o alegrías puntuales que pueda tener por el camino. Tenga presente que sólo con las estrategias que, aspirando a un rendimiento interesante como p.ej. el 6,5% anual de nuestra cartera Global Flexible a 10 años vista, han demostrado ya su valor en el pasado será con las que pueda aspirar a aumentar su patrimonio de forma razonable sin asumir riesgos reales tal como los definimos nosotros. Los hidropedales al 0% ya hacen aguas por todas partes.