Apostar por el potencial de Indonesia

Las acciones indonesias se merecen un hueco en algunas de nuestras estrategias
La inversión, un impulso para el crecimiento
En un contexto en el que se ha logrado que la inflación esté bajo control, situándose en el 3,05%, dentro del objetivo oficial de entre el 1,5% y el 3,5%, al Banco Central de Indonesia le preocupa que la fuerte caída que está experimentando la rupia indonesia en los mercados de divisas, acabe redundando en un nuevo impulso de los precios al propiciar un aumento de las importaciones. Una rupia que está viéndose lastrada por el retraso de la Reserva Federal estadounidense a la hora de relajar sus tipos oficiales, amén de la actual tensión geopolítica mundial. Y precisamente para poner freno a esta caída de su divisa, la máxima autoridad monetaria indonesia ha decidido subir los tipos de interés un 0,25% para situarlos en el 6,25%, su nivel más alto desde principios de 2016 y así evitar que los inversores huyan hacia otros países que les ofrezcan más rendimiento por su dinero.
Un endurecimiento monetario que podría a su vez frenar la demanda interna en Indonesia, pero que a nuestro entender no pone en jaque su saludable situación económica. A su favor juega la férrea determinación del nuevo presidente Subianto de mantener el rumbo marcado hace una década por su predecesor, el muy popular Jokowi, que consiguió impulsar la inversión y transformar el país. Indonesia es, con diferencia, el mayor productor mundial de níquel, un metal esencial para la transición energética. Y desde que prohibió las exportaciones de este metal, se pide a quienes quieran acceder a él que instalen fábricas en el país. Esta decisión ha dado sus frutos, ya que Indonesia absorbe una parte cada vez mayor de la cadena de valor, mientras que inversores de todo el mundo, sobre todo asiáticos, se apresuran a invertir en el archipiélago.
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