El escaparate de los bancos
Tal y como explicamos en nuestro análisis "Gestion delegada de carteras ¿éxito justificado?, esta avanza a pasos de gigante en nuestro país suponiendo una tercera parte del patrimonio total de los fondos de inversión en España. Ahora, para tratar de poner todos los puntos sobre las íes hemos puesto la lupa en la oferta existente en España dirigida al particular, es decir, para importes inferiores a 100.000 euros. Como era de esperar nos hemos centrado en el escaparate de los bancos que, a fin de cuentas, es la gestión delegada en la que invierten los españoles. De hecho, el trozo más grande del pastel se lo lleva CaixaBank que, por sí sola, acapara el 40% del patrimonio total invertido en este servicio. Si sumamos la del Santander y del BBVA, solo entre los tres se reparten ya un 71% del pastel. Es decir, 7 de cada 10 euros invertidos de acuerdo con un servicio de gestión delegada se hace bajo los parámetros de estos tres bancos. Casi nada. Con el resto de las entidades analizadas hemos llegado a superar el 90% del total de la oferta, un porcentaje que nos parece más que representativo.
¿Personalizada? No, estandarizada
Si usted cree que el servicio de gestión delegada de carteras le abre las puertas de una gestión personalizada y le viene a la mente un aura de banca privada, aunque sea low cost, puede ya empezar a quitárselo de su cabeza. Es cierto que hay pequeñas reminiscencias de ello, especialmente en lo que respecta a la forma de presentarle la información, pero más por las ventajas de los avances tecnológicos que por otra cosa. Así, con este servicio obtendrá seguramente información muy bien empaquetada y de forma periódica relativa a la composición de su cartera de fondos, su evolución, los cambios efectuados… Pero no se lleve a engaño. Tanto la información como la gestión realmente están muy estandarizadas.
• En realidad, el servicio de gestión de carteras es mucho más simple de lo que podría parecer, lo que unido a las jugosas comisiones que deja (vea más adelante), permiten hacerse una idea de por qué a los bancos les interesa tanto potenciarloEn la práctica, cada banco cuenta con tres, cuatro o cinco carteras de fondos en función de diferentes perfiles de riesgo en las que acabarán “encasillados” (otra cosa es si luego le categorizan bien o no) los miles de clientes que accedan a la gestión delegada. Ahí reside uno de los trucos de este servicio “estrella”. El banco solo ha de hacerse cargo de la gestión de, como mucho, cinco carteras, lo que, como imaginará, requiere de muchos menos recursos que los que supondrían cientos de gestores para atender de forma personalizada a cada cliente.
¿En qué fondos invierten?
Esas carteras están integradas por fondos de inversión. Y aquí es donde reside la cuadratura del círculo para los bancos. ¿Se imagina quiénes están detrás de esos fondos? Si ha pensado mal, lo ha adivinado. Sí, en su mayoría, lo normal es que los fondos sean los de la propia casa. Aquí va otro de los trucos de este servicio porque, con independencia de que los fondos estén o no bien gestionados, por esta vía la entidad ya se está asegurando un buen colchón de patrimonio del que poder cobrar una cantidad fija. Y es que ha de tener en cuenta que con este servicio usted, como cliente, no elije los fondos en los que invertir, sino que es la propia entidad la que lo hace en su nombre. No es de extrañar, por tanto, que entre los fondos más vendidos en nuestro país y, por ende, de mayor patrimonio, sean mayoría los que forman parte de esta gestión delegada, estando a la cabeza, como no podía ser de otra forma, los de CaixaBank (fondos Máster).
• Así, lo habitual es que cada entidad cree una serie de fondos para tal fin o, partiendo de un fondo ya existente cree un compartimento específico para los clientes englobados dentro del servicio de gestión de carteras. Bajo el aura de fondos exclusivos para este tipo de clientes, estos fondos de clase “cartera” se caracterizan por tener unas comisiones más reducidas que los fondos tradicionales dirigidos al particular. Este es el principal reclamo de estos fondos: exclusividad y costes bajos. Ahora bien, ¿esa exclusividad es sinónimo de buena gestión? ¿Los costes son realmente bajos?
Los tres grandes bancos, ejemplo paradigmático
Poner la lupa en el servicio de gestión delegada de carteras que luce en el escaparate de los tres grandes bancos nos pone claramente sobre la pista y sirve de ejemplo paradigmático de lo que este servicio conlleva.
• En lo que a CaixaBank se refiere, el servicio englobado bajo el nombre de Carteras Máster, el más focalizado al particular, se compone de cuatro perfiles de riesgo (Renta Fija, Tranquilidad, Patrimonio e Inver-sión), con un peso creciente en accio-nes, que se instrumentan a través de 12 fondos de inversión gestionados por el propio banco, la gama de fondos CaixaBank Máster.
• En el BBVA, bajo el nombre Carteras BBVA Multiestrategias, este servicio se aglutina en torno a cinco perfiles de riesgo cuyo peso entre acciones y renta fija viene determinado por los pesos asignados entre los tres fondos de cosecha propia en los que se basan, los fondos Estrategia Capital, Estrategia Acumulación y Estrategia Inversión. Son tres fondos gestionados por el propio BBVA que invierten su cartera a su vez en otros fondos, la mayoría extranjeros, pero entre los que se cuelan otros fondos también de la propia gestora del BBVA.
• Por último, la gestión delegada de carteras del Santander, Mi Cartera Selección, también se compone de cinco perfiles de riesgo y, por ende, cinco carteras: Mi cartera Selección Conservadora, Mi Cartera Selección Moderada, Mi Cartera Selección Equilibrada, Mi Cartera Selección Dinámica y Mi Cartera Selección Agresiva. Todas ellas, como es costumbre, integradas por fondos de la propia casa.
Los fondos, ¿buenos y baratos?
Vaya por delante que entre tantos fondos hay un poco de todo, como en botica. Y también hay que tener en cuenta que algunos aún son jóvenes y no han cumplido la mayoría de edad (5 años). Pero sí es cierto que, salvo contadas excepciones, lo habitual es encontrarse con buenos fondos e incluso, a veces, puede toparse con algunos calificados como excelentes. Es el caso por ejemplo del fondo de acciones españolas de CaixaBank, el de acciones de la zona euro del Santander o el de obligaciones en euros a medio plazo de Mutuafondo (consulte nuestro comparador de fondos). No en vano, sus reducidos costes son un plus a la hora de evaluarlos y compararlos con el resto de los fondos “retail”. Tras analizarlos en detalle, el coste medio de los fondos que las entidades utilizan para dar forma a las carteras se sitúa algo por debajo del 1% anual. Un porcentaje, de media, que ciertamente es reducido. Obviamente, los fondos de renta fija son los más baratos, mientras que los de acciones son algo más caros. Sirvan como ejemplo los fondos del BBVA. El fondo Estrategia Capital, más conservador, tiene un TER del 0,5% anual, por el 1% del Estrategia Acumulación y el 1,2% del Estrategia Inversión, el más “arriesgado”. Eso explica que las carteras de perfiles más atrevidos, es decir, las más orientadas a las acciones, tengan un TER más elevado.
• En suma, lo habitual será que si su perfil de riesgo corresponde a un inversor más bien conservador la cartera asignada le suponga un coste que podría estar entre el 0,5 y el 0,8% anual, mientras que con las carteras más agresivas podríamos irnos a costes de entre un 1 y un 1,5% anual. Un coste que, recordemos, al venir dado por el coste de unos fondos que generalmente son de cosecha de la propia entidad, ya repercute positivamente en ella. Si usted solo pagara esto podría resultar un servicio “accesible” y, en cierto modo, interesante. El problema es que aún ni hemos llegado al coste inherente al propio servicio en sí, que no es poca cosa.
Un servicio caro
Así, al gasto implícito de su cartera de fondos, hay que sumar el coste explícito que la entidad de turno cobra por abrirle las puertas de este servicio. Una cantidad, a nuestro parecer, a todas luces excesiva.
• Todas las entidades analizadas cobran una comisión de gestión fija, que va desde el 0,35% anual de Kutxabank hasta el 1,5% del Santander, que es de largo la que da el mayor rejonazo. Bien es cierto que en esta entidad para los perfiles más conservadores el coste fijo se reduce: hasta el 0,7% anual para Mi Cartera Selección Conservadora y el 1% anual en Mi Cartera Selección Moderada. En el caso del BBVA los costes también escalan según aumenta el perfil de riesgo del cliente, desde el 0,65% anual para los perfiles de riesgo más bajo hasta el 0,85% anual para los que admiten mayor riesgo.
• Pero más sangrante nos parece que todas ellas, salvo la honrosa excepción de CaixaBank, cobren una comisión de gestión variable más que suculenta. El porcentaje oscila entre el 5% que se llevan entidades como el BBVA, Kutxabank y el Santander, hasta el 10% que cobran Bankinter, Ibercaja y el Sabadell. Un porcentaje desorbitado que, ade-más, casi se aseguran cobrar. Y es que, aquí coinciden todas, para cobrar esa pata variable basta con obtener un r-sultado positivo en el año. ¿Para qué tratar de batir a un índice de referencia o cobrar a partir de cierto umbral de rentabilidad si se puede exprimir la vaca al máximo? Si la cartera, pongamos por caso, se revaloriza un año un 10%, la comisión de gestión variable se traduciría en un coste extra del 0,5% o del 1% anual.
Coste del servicio, con IVA
No debe pasar por alto que el coste inherente al servicio discrecional de carteras conlleva un IVA del 21% a asumir por usted, lo que incrementa de facto el porcentaje a pagar en ambas comisiones, la pata fija y la variable. Una comisión fija del 0,75% anual, como la que cobra CaixaBank, a usted le supone en realidad un 0,91%. Y una comisión variable del 10%, como la de Bankinter, equivale en realidad a un 12,1% anual.
Costes totales, en perspectiva
Los costes totales que usted asume realmente cuando se embarca en un servicio de gestión delegada de carteras dependen, por tanto, de varios factores. El principal, la entidad de turno, que es la que marca los costes inherentes a este servicio. Pero, obviamente, su perfil también influirá en la cartera de fondos y, por ende, en el coste implícito de su cartera que, como hemos visto, si sale bien parada, lo normal es que también acarre gastos extra. Pero para nosotros hay una cosa clara, en general está pagando más de lo razonable… o incluso mucho más.
• Imaginemos que partimos de un inversor con un perfil de riesgo equilibrado que invierte 50.000 euros con la vista puesta en el largo plazo. Si contratara el servicio de gestión delegada de carteras de CaixaBank lo más probable es que le asignaran la Cartera Máster Patrimonio, que dedica como máximo un 60% a las acciones. Con independencia del resultado, el coste anual de este servicio sería siempre de un 0,91% anual, IVA incluido. Es decir, pagaría 455 euros cada año. Ahora bien, el coste inherente a la cartera de fondos podría estar en torno al 0,7% anual, lo que le supondría el pago implícito de otros 350 euros, que se irían detrayendo a diario del valor liquidativo de los fondos. En total, unos 805 euros anuales, equivalentes a un 1,6% anual.
• Para ese mismo perfil, en el BBVA o el Santander, los porcentajes serían muy diferentes. De acuerdo con ese perfil, en el primero pagaría un coste explícito del 1,03% anual (con IVA) y en el segundo del 1,82%. Es decir, 515 euros al BBVA y 910 al Santander. Pero, si la cartera se revalorizara pagaría más en ambos casos. Suponiendo que sube un 10% en ambos bancos abordaría un pago extra del 6,1% sobre las ganancias, es decir, un 0,61% extra, otros 302 euros. Teniendo en cuenta que el coste inherente de la cartera del BBVA rondaría el 1%, por el 1,7% de la del Santander, el coste total de este servicio para el perfil propuesto se elevaría a 1.317 euros en el primero y de 2.062 euros en el segundo. Ni más ni menos que un 2,6% en el caso del BBVA y un 4,1% en el del Santander.
Robo Advisors, menores costes
La gestión discrecional de carteras también puede instrumentarse a través de los Robo Advisors, que se diferencian de la gestión delegada al uso en dos cuestiones fundamentales. Por un lado, las carteras globales se hacen con la mínima intervención humana, es decir, basándose en métodos cuantitativos y herramientas informáticas. En cualquier caso, dada la estandarización implícita en la gestión delegada tal y como se viene haciendo, tampoco vemos grandes diferencias en lo que a este punto se refiere, de ahí que esta menor intervención humana tampoco se refleja mucho en los costes fijos. Sí vemos más importancia en lo que atañe a su segunda diferenciación, dado que los productos utilizados aquí son ETF o fondos que tratan de seguir un índice de referencia, de ahí que el coste implícito de estas carteras (de gestión pasiva) sí que es más reducido. En el Santander, p.ej. el TER de carteras para perfiles similares puede pasar del 1,7% de la gestión dis-crecional al uso al 1,1% con el robo advisor. Y en Indexa, al hacerse con fondos índice de iShares o Vanguard, el coste de la cartera apenas representa un 0,1% anual.
En definitiva
A nuestro parecer, tal y como está enfocada, a quien realmente beneficia la gestión discrecional de carteras es a los bancos que hay detrás de ella. Pero claro, a unos más que a otros. Por suerte, la que maneja un mayor volumen, CaixaBank, es a nuestro parecer, tanto por costes como por los propios fondos que integran sus carteras, de las mejor paradas. Pero no es lo habitual. Los costes totales, incluyendo aquí las abusivas comisiones variables, en general son demasiado elevados para lo que se ofrece, que no es más que una cartera estándar de fondos de la propia entidad, por los que ya se está cobrando. Con los Robo Advisors los costes se reducen, pero también se simplifica aún más la búsqueda del producto, al no ser más que un fondo indexado.
• Nuestro consejo es claro. Le irá mucho mejor confeccionado usted mismo su cartera de fondos en base a su perfil de riesgo. Las que nosotros publicamos regularmente pueden servirle de pista (consulte nuestras estrategias de inversión). No se atará con nadie, podrá hacer y deshacer a su antojo y escoger en cada momento los mejores fondos de cada categoría (consulte nuestro comparador de fondos y ETF). Además, ahora, con las clases limpias, los costes de estos fondos estarán en línea con los de los fondos “ex-clusivos” para gestión de carteras. En otras palabras, la cartera que ahora usted mismo se puede confeccionar le costará lo mismo, o incluso menos, que la que le confeccionen bajo una gestión delegada. Además, estará formada por mejores fondos. Y, claro está, se ahorrará el coste del servicio en sí. Blanco y en botella. Y si quiere una gestión pasiva, también es mucho más barato (y rentable) hacérselo por su cuenta.
ranking de la GESTIÓN Discrecional
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Entidad
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Producto
|
Inversión mínima
|
Coste anual (con IVA)
|
Fijo
|
Variable
|
CaixaBank
|
Carteras Máster
|
6.000 €
|
0,91%
|
No tiene
|
Smart Allocation
|
500 €
|
0,85%
|
No tiene
|
BBVA
|
Carteras BBVA Multiestrategia
|
20.000 €
|
De 0,79% a 1,03% (1)
|
6,05%
|
Santander
|
Mi Cartera Santander
|
5.000 €
|
De 0,84% a 1,81% (1)
|
6,05%
|
Santander Activa
|
1.000 €
|
0,85%
|
6,05%
|
Kutxabank
|
Carteras delegadas
|
30.000 €
|
0,42%
|
6,05%
|
Ibercaja
|
Carteras Ibercaja
|
20.000 €
|
0,73%
|
12,1%
|
Sabadell
|
BS Fondos Gran Selección
|
20.000 €
|
0,61%
|
12,1%
|
Bankinter
|
Bankinter Inversión Delegada
|
1.000 €
|
0,73%
|
12,1%
|
Indexa
|
Carteras Indexadas
|
2.000 €
|
0,52%
|
No tiene
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(1) Las carteras más conservadoras tienen un coste inferior al de las carteras con mayor peso en acciones. En azul la gestión delegada que se instrumenta a través de un robo advisor.
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