Clases limpias: pagar menos por lo mismo
A la hora de seleccionar un fondo de inversión no hay que perder de vista sus comisiones. A fin de cuentas, el gasto anual que tendremos que asumir con uno u otro fondo es lo único que a priori sabemos con certeza de cara al futuro. Y en el largo plazo se trata de un elemento diferencial, pues son muchos los euros en juego. Las clases limpias de los fondos, que vieron la luz gracias a la normativa Mifid II que entró en vigor en 2018, tienen aquí mucho que decir. ¿Por qué?
Comisiones, no solo para la gestora
Cuando usted como particular suscribe un fondo de inversión tiene que pagar una comisión a la gestora de dicho fondo. Pero ojo, en muchas ocasiones este dinero no va a parar en su totalidad a dicha gestora, sino que hay varios intermediarios que acaban cobrando por el camino. Estamos hablando de las conocidas como retrocesiones, esto es, la porción de la tarta que la gestora da a los comercializadores y asesores financieros por la distribución del fondo. La cantidad no es baladí, pues en la práctica estas retrocesiones suponen en torno al 50% de la comisión de gestión, lo que supone que los gestores del fondo apenas se quedan con la mitad de la tarta, yendo la otra mitad al distribuidor. Y el porcentaje se ha equilibrado a favor de la gestora, pues hace 20 años el distribuidor se quedaba con el 70%, y antes de la entrada en vigor de Mifid II con el 60%.
¿Qué son las clases limpias?
Un mismo fondo de inversión puede contar con diferentes clases, cada una de ellas con su propio ISIN y sus propias comisiones, dirigidas a distintos tipos de inversores: para el particular minorista, para el institucional, para grandes patrimonios… Y entre ellas se encuentran las clases limpias.
• Las clases limpias se caracterizan porque en ellas no existe el pago de retrocesiones. Es decir, no existe el pago por parte de las gestoras a los que distribuyen los fondos, por lo que con estas clases el equipo de gestión sí se queda íntegramente con la comisión, eliminando de la ecuación la parte del comercializador. En la práctica supone una reducción significativa de los costes totales. La explicación es sencilla. Imaginemos que de una comisión de gestión del 1,5% la gestora se quedaba con la mitad y pagaba el 0,75% restante al distribuidor. Al eliminar este último porcentaje, lo normal es que el partícipe acabe pagando menos, bien porque la gestora siga conformándose con ese 0,75% que cobraba o porque, aunque suba la comisión, el coste total siga siendo inferior al de inicio. Con un ejemplo real verá claramente el ahorro que ello supone.
Para muestra, un botón
El Allianz Global Artificial Intelligence es un fondo que hemos recomendado en el pasado para sacar partido del potencial de la inteligencia artificial. Pues bien, a la hora de invertir en él habrá de tener en cuenta que cuenta con varias clases, cada una de ellas con sus diferentes costes, lo que a la larga repercutirá en su rentabilidad final. Con la clase CT (LU1602091867) asumirá unos costes del 2,9% anual, con la clase AT (LU1548497699) del 2,1% anual y con la clase limpia, la RT (LU1597246039) de tan solo el 1,2% anual. Es decir, un ahorro de costes a favor de la clase limpia que puede alcanzar en este fondo hasta el 1,7% anual, lo que en un plazo de 10 años y para una inversión de 10.000 euros supone un ahorro de 1.700 euros.
¿Cómo acceder a ellas?
Dar con la clase limpia de un fondo no le resultará sencillo pues no hay una nomenclatura homogénea que permita diferenciarla. Y no todos la ofrecen. Pero siempre que sea posible nosotros haremos ese trabajo por usted y así se lo indicaremos. Acceder a ella ya es harina de otro costal: los distribuidores, como les sale más a cuenta comercializar otras clases con las que sí sacan tajada, no la ofrecen. Por suerte, hay dos excepciones, IronIA y EBN Banco. Ambos cobran por ello, pero el precio a pagar compensa el ahorro inherente a las clases limpias. En EBN Banco, la mejor alternativa a nuestro parecer, puede acceder a clases limpias desde solo 2.500 euros a cambio de pagar una comisión de custodia del 0,3% anual.