Acciones suizas, cómo les afecta la reciente crisis bancaria

Qué hacer con las acciones suizas, tras la quiebra y posterior absorción de Crédit Suisse.
Un caso aislado
El fin de Crédit Suisse, fundado en 1856, es un golpe similar a la quiebra de Swissair en 2001. Al orquestar su absorción por parte de su competidor UBS, las autoridades suizas han salvado lo esencial, pero esta desaparición empaña la imagen de los bancos suizos, considerados prudentes y fiables. De todas formas, los reveses de Crédit Suisse no constituyen ninguna sorpresa. Durante años, malas decisiones y repetidos escándalos habían debilitado al banco, que acabó perdiendo la confianza de los mercados. Crédit Suisse parece ser por tanto un caso aislado, que no pone en duda la solidez general del sector financiero.
Una economía sólida
En el imaginario colectivo, los bancos son inseparables de Suiza. Pero cada vez menos. Las actividades bancarias representan actualmente solo el 5,6% del PIB, frente al 8% en 2007. Los grandes bancos, como UBS y Crédit Suisse, producen solo el 1,2% de la riqueza del país, relativamente poco comparado con otros sectores como la industria farmacéutica (4,8% del PIB) o el sector relojero (3,2%). A finales de 2022, los bancos proporcionaban 108.000 puestos de trabajo a tiempo completo, frente a un total de 4,2 millones. Es cierto que el fin de Crédit Suisse es un terremoto para el sector financiero, pero no tendrá un gran impacto en la economía.
En 2008, Suiza resistió la crisis financiera mejor que el resto del mundo gracias a varias ventajas. La primera, su solidez financiera. Con una deuda pública que apenas supera el 40% del PIB (frente a casi el 100% en la zona euro y el 130% en EE.UU.), las autoridades pueden movilizar grandes recursos financieros para intervenir en caso necesario. La segunda, es el franco suizo, una moneda muy sólida, probablemente la más fuerte del mundo. Así, el franco se ha mantenido estable durante la crisis bancaria. Su fortaleza ha amortiguado las presiones inflacionistas al limitar el precio de las importaciones. Manteniendo el coste del dinero en un nivel reducido (1,5%), el banco central suizo ha contenido la inflación (2,9% en marzo). Por último, la economía suiza es muy flexible, especialmente en el mercado laboral, donde el trabajador está relativamente poco protegido. Esto permite a las empresas adaptarse rápidamente a las cambiantes condiciones económicas.
Una bolsa ¿interesante?
El sector bancario representa el 17% de la bolsa suiza, mucho menos que el farmacéutico (34%) o los bienes de consumo (23%). El banco UBS es sólo la quinta capitalización bursátil, y no pesa ni la cuarta parte de la primera, Nestlé. El podio lo completan Roche y Novartis, las tres empresas sólidas y con buenas perspectivas de crecimiento. La Bolsa de Zúrich es un mercado relativamente...
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