Un dinamismo innegable
Polonia cierra un buen 2024 con un crecimiento cercano al 3% (0,8% la eurozona), y una previsión aún mayor para 2025 y 2026 (1,2% y 1,4% para la eurozona, respectivamente). ¿Su motor? Un mercado interior muy dinámico. Con una tasa de desempleo de solo el 3% y unos salarios creciendo más rápido que la inflación -en 2024 el salario medio aumentó casi un 10% por encima del 3,9% de inflación-, el poder adquisitivo va claramente en aumento.
A esto se suma una política fiscal expansiva que en los últimos años ha contribuido a atraer la inversión (+5,5% de media entre 2022-2024), y se espera que aumente a medida que la UE realice los desembolsos pactados. Una política fiscal laxa (mayor gasto público, reducción de impuestos…), tiene consecuencias en las finanzas públicas, pero no debería penalizar demasiado el crecimiento. Primero, porque la deuda pública (53,5% del PIB) sigue estando muy por debajo de los niveles de las principales economías de la zona euro, lo que otorga al gobierno de Varsovia un margen de maniobra que otros países no tienen. Y segundo, porque los tipos oficiales se sitúan en el 5,75% y el Banco Central polaco podría bajarlos gradualmente, estimulando la economía.
Las medidas de Trump le benefician
Con la controvertida política arancelaria de Trump, el comercio mundial estará bajo presión, sobre todo los países que dependen de sus exportaciones a EE.UU. En estas condiciones, tener un mercado interno dinámico y reducir la dependencia de las exportaciones constituye una ventaja para evitar la incertidumbre. Además, la demanda interna es mucho más fuerte que la de sus principales mercados de exportación en Europa occidental, y el país muestra un ligero déficit en la balanza comercial. Si sumamos la predisposición de Varsovia a respetar el nivel del 5% del PIB en gasto militar deseado por Trump, tenemos un mercado que debería adaptarse bastante bien al nuevo régimen de EE.UU.
Si Trump cumple su promesa y pone fin a la guerra en Ucrania, Polonia se beneficiaría. Más allá de la proximidad geográfica, el país es un punto estratégico en el comercio con Occidente, existen importantes vínculos históricos y comerciales entre los dos. Las empresas polacas, muchas de las cuales siguen presentes en Ucrania a pesar de la guerra, se encuentran en una posición ideal para participar en la reconstrucción del país al pertenecer a sectores como la energía, las infraestructuras o servicios públicos. Por tanto, Polonia sacaría provecho de la paz.
Una bolsa pequeña y prometedora
La Bolsa de Varsovia sube casi un +40% en los últimos 5 años frente al +46% de las europeas. Eso sí, con un PER (relación precio/beneficio) de 10 y una rentabilidad por dividendo cercana al 6%, se encuentra barata, incluso más que las emergentes (15 de PER y 3% de rentabilidad por dividendo). Eso sí, se trata de una bolsa pequeña y muy concentrada en el sector financiero. Por ello, aunque nos parece atractiva, el riesgo no es desdeñable y no debería dedicarle más de un 5% de su patrimonio. Así lo hacemos nosotros en nuestras tres estrategias mixtas: dinámica, equilibrada y defensiva.
Puede invertir en ella a través del ETF iShares MSCI Poland(IE00B4M7GH52). Un fondo cotizado que, sin ser barato (cobra unos gastos totales del 0,74% anual), replica al índice MSCI Poland -compuesto por las principales acciones de gran y mediana capitalización de la bolsa polaca-, de ahí que el 52% esté invertido en el sector financiero, un 20% en bienes de consumo y un 12% en utilities. Acumula una ganancia del +14,6% en los últimos 12 meses y del +23,4% en 5 años. Opte por la versión cotizada en euros en el Xetra alemán frente a la de Londres en libras: evitará el cambio de divisa con unos gastos de operativa más bajos. A la venta en Banco BiG sin comisión de custodia para nuestros socios.
Valor liquidativo del fondo en el momento del análisis: 21,40 EUR
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