El arrendatario que quiera realizar obras que modifiquen la configuración de la vivienda (tirar tabiques, abrir puertas) o que provoquen una disminución de la estabilidad o seguridad de la misma, debe conseguir el consentimiento escrito del arrendador (e incluso de la comunidad si se vieran afectados elementos comunes).
Si el arrendatario realiza obras no consentidas, el arrendador puede dar por finalizado el contrato y elegir entre conservar la obra o exigir al arrendatario la reposición al estado anterior, sin ninguna compensación en todo caso. La exigencia de reposición será necesaria en caso de que las obras afecten a la seguridad o estabilidad de la vivienda, algo que de ordinario deberá estimar un perito.
Instrucciones
Para personalizar el escrito introduzca los datos del arrendador y del arrendatario, con referencia a las obras realizadas sin consentimiento.
Ejemplo
Se adjunta un modelo de carta del arrendador comunicando al arrendatario su decisión de resolver el contrato ante las obras no consentidas.