Algunas personas piensan que alquilar es “tirar el dinero” y preferirían que las sumas que pagan cada mes sirvieran para ir adquiriendo la propiedad del inmueble en el que habitan. Por otra parte, en momentos de crisis del mercado inmobiliario hay que encontrar modos de rentabilizar sus inmuebles o de darles salida aun cuando los compradores brillen por su ausencia en el mercado.
Si usted es propietario de un inmueble puede proponer a sus potenciales inquilinos un contrato de arrendamiento con opción de compra. Se trata de un contrato de arrendamiento ordinario, con todas las características del arrendamiento de vivienda, pero al que se añade una cláusula con una opción de compra para el arrendatario. Es decir, se fija un precio de venta del inmueble y se faculta al inquilino a que, dentro de un plazo, se decida a comprar el inmueble en el que habita.
La existencia de esta opción le permite a usted como propietario fijar un precio de venta que le protege frente a posibles bajadas de los precios. Además, esta opción justifica que el importe de la renta mensual sea algo superior al de un alquiler equivalente, sobre todo si usted pacta que una parte de la renta mensual se compute como cantidades adelantadas sobre el precio de venta, en caso de ejercitarse la opción por el arrendatario.
Instrucciones
Para personalizar el contrato debe rellenar los datos del arrendador, del arrendatario y del inmueble, así como el importe de la renta anual del alquiler, el precio del inmueble en caso de su compra y el plazo de validez de la opción de compra.
Ejemplo
Le presentamos un modelo de contrato en el que se incluye la cláusula de opción de compra a favor del inquilino. En este supuesto, las rentas pagadas no se computan como adelantos del precio de venta, ni en todo ni en parte, aunque tal pacto es posible.