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2025, un guion por escribir

A partir del 1 de enero de 2025 se podrán rescatar los planes de pensiones con diez años de antigüedad.

¿Qué deparará 2025 a los mercados y sus inversiones?

Publicado el  13 enero 2025
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A partir del 1 de enero de 2025 se podrán rescatar los planes de pensiones con diez años de antigüedad.

¿Qué deparará 2025 a los mercados y sus inversiones?

¿Cómo será el nuevo año en cuanto a sus inversiones? Es la gran pregunta que todos nos hacemos.
Este 2025 parte con algunos ingredientes en la cazuela, que ya se estaban cocinando el año anterior: la próxima llegada de Trump a la Casa Blanca en tan solo unos días y con él la posibilidad de imponer aranceles a las exportaciones a diestro y siniestro; el menor ritmo de recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal o las tensiones geopolíticas por las guerras en Europa y Oriente Próximo, que por ahora no tienen visos de desaparecer. ¿Qué pasará en los mercados? ¿Seguirá siendo el año del dólar USD como lo fue 2024? ¿Seguirá acumulando récord tras récord la bolsa de Nueva York? ¿Qué pasará con la crisis política en Corea del Sur? ¿Y con la crisis financiera en Brasil?
En 2024 el billete verde se apreció un 6% frente a la moneda única. Una fortaleza que se explica por el atractivo de los mercados financieros estadounidenses. Su deuda cerró el año ofreciendo rendimientos interesantes: – las obligaciones a 10 años estaban en torno al 4,5% frente al 4% de hace un año – atrayendo ahorros de todo el mundo. Ahorros que su bolsa atrae también como un imán, gracias al dinamismo económico de Estados Unidos y, sobre todo, a la presencia de gigantes tecnológicos; haciendo que los capitales extranjeros fluyan hacia Wall Street, provocando la apreciación del dólar.
En Corea del Sur el fin de año fue movidito con tres presidentes diferentes en un solo mes. Un embrollo político que afectó a su actividad económica y al won que sufrió una fuerte caída frente al dólar – alcanzó su nivel más bajo en 16 años tras una depreciación de casi el 5% en diciembre –; y frente al euro, con una caída del 4%, retrocediendo un 7% en el conjunto del año.
En cuanto a Brasil, en diciembre se produjo la huida de los inversores del real brasileño. Empresas y particulares sacaron sus ahorros del país, colocándolos en divisas extranjeras. Unas fugas de capital que debilitaron al real (perdió un 2% frente al euro y un 17% en un año), a pesar de la intervención de su banco central, que aumentó tipos. Un banco central, cuya política monetaria podría ser más laxa, como desea el presidente Lula da Silva (7 de 9 miembros partidarios del comité monetario son partidarios de Lula) y como temen los inversores.
En conclusión, con estos y otros ingredientes, no tenemos la bola de cristal para anticipar el devenir de 2025, pero lo que sí es cierto es que los inversores seguirán buscando el rendimiento donde lo haya y el refugio allí donde vean un atisbo de él. Es el caso del oro, que se revalorizó cerca de un 30% el año pasado y cuyo precio supera los 2.600 dólares, gracias, entre otros al apetito de los bancos centrales (vea qué hacer con la fiebre del oro). Por nuestra parte, seguiremos fieles al compromiso de darle consejos que hagan florecer su patrimonio en el largo plazo.