En la encuesta de BofA solo el 31% de los gestores ve riesgo de desaceleración inmediata.
Publicado el 09 diciembre 2024
Tiempo de lectura: ##TIME## min.
Compartir este artículo
En la encuesta de BofA solo el 31% de los gestores ve riesgo de desaceleración inmediata.
Este 2024 está siendo un año especialmente bueno para las acciones – con algunas bolsas, sobre todo al otro lado del charco alcanzando máximos históricos –; y también para la renta fija, que, al contrario que en otras épocas, ha aportado su grano de arena a los rendimientos.
Esta bonanza en los mercados ha sido caldo de cultivo para que el optimismo suba algunos escalones. Tanto es así, que la encuesta mensual de Bank of America (BofA) de noviembre refleja que la confianza de los principales gestores patrimoniales estadounidenses ha variado en los últimos meses de forma significativa.
Si en verano se mostraba un pesimismo elevado – de entre los cerca de 200 encuestados, que gestionan más de 500.000 millones de dólares –, con más del 70% de ellos previendo una desaceleración de la economía del Tío Sam; en otoño (septiembre-octubre) se moderó el pesimismo previendo ya un 52% un aterrizaje suave (el escenario Ricitos de oro del que le hablamos a finales de agosto), para pasar a un claro optimismo tras la aplastante victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. Ya sólo el 31% de los gestores ve riesgo de desaceleración inmediata, frente al 78% que lo pensaba en octubre. Además, el 63% destaca la solidez económica de Estados Unidos como un pilar para el crecimiento global, alcanzando de esta forma el nivel de optimismo más elevado desde el rebote bursátil de la pandemia en agosto de 2021.
Esto se traduce en que los gestores y también inversores ven aflorar ahora más oportunidades para el futuro. Si los datos reflejaban un cambio hacia una mayor exposición a activos de riesgo, concretamente a las acciones de EE. UU., de cara a 2025 los inversores siguen confiando ellas: el 43% espera que las acciones yanquis sean el activo con mejor rendimiento, seguido de las acciones globales (vea los mejores fondos que invierten en ellas).
En el otro extremo de la balanza la encuesta de BofA, salen a relucir las preocupaciones, que también las hay. El riesgo macro y geopolítico (inflación, recesión, conflictos…) se ha debilitado a sus ojos, pero no ha desaparecido. Y se consolidan riesgos financieros sistémicos como la banca en la sombra o la burbuja inmobiliaria, cuyo estallido podría hacer tambalear todo el sistema financiero. Fruto de lo cual los gestores, aunque optimistas, dicen reestructurar sus carteras hacia sectores defensivos (servicios públicos, farmacéuticas, consumo básico…) y desconfiar de las materias primas.
Nosotros también hemos revisado nuestras previsiones de crecimiento e inflación al alza, así como analizado el nuevo panrama macroeconómico que supone la llegada de Trump a la Casa Blanca, fruto de lo cual hemos hecho unos retoques en nuestras carteras mixtas globales, que pueden marcar la estrategia de un inversor en el largo plazo.