El atractivo de los fondos superventas
En el mercado doméstico de fondos de inversión se marcó hace unas semanas un récord de patrimonio con un fondo español. Un superventas que había captado a finales de agosto nada menos que 17.300 millones de euros, un tirón de cerca del 80% en su patrimonio con respecto a inicios de año. A simple vista estamos ante un fondo que pertenece a una categoría de moda que promete ausencia de sustos, la de los monetarios en euros. Y, concretamente, ante un fondo que, a comienzos de año, se enorgullecía de haber rentado un 2,4% en 2023; algo muy discreto, pero que brillaba como el oro frente al rendimiento del 1% anual que a doce meses les ofrecían como mejor depósito a los clientes que acudían a sus oficinas buscando un producto sin riesgo.
Lo cierto es que este fondo en lo que va de año ha cumplido y desde entonces ha rentado 2,5% (+3,2% a un año). Por tanto, aquellos clientes que acudieron en masa a las oficinas y optaron por este fondo que ha más que duplicado en apenas 9 meses lo que el depósito aseguraba en 12 han hecho bien ¿no? En nuestra opinión han tomado una mediocre decisión para sus intereses. Este fondo superventas es el
CaixaBank Monetario Rendimiento, cuyos costes anuales pueden rozar el 1%, dependiendo de la categoría que elija. Un factor, el de las
comisiones, que es clave en la conveniencia de un cierto fondo y especialmente dentro de los fondos monetarios. De forma que, este fondo entre los monetarios “sólo” obtiene 70 puntos en nuestra evaluación – que otorga 100 puntos a los mejores y 0 a los peores – es buena; pero está lejos de fondos excelentes que alcanzan los 100 puntos, y que llevan más de un 3% en lo que va de año (+4,2% a un año) con un riesgo muy similar.
A nuestros ojos, pueden sacarse varias lecciones de este récord. Por un lado, parece que ha sido más la fuerza comercial de CaixaBank la que ha llevado a sus clientes a optar por este fondo, que las bondades del mismo. Y esta idea se apoya, si miramos lo acontecido en septiembre, donde el patrimonio del fondo ha seguido creciendo, pero sólo en la clase estándar que va dirigida al cliente minorista, se ha mantenido en la de cartera que la entidad compra para sus clientes que han delegado esta labor en ella, mientras las clases institucionales han visto reducir su patrimonio.
Y, por otro lado, una segunda lección interesante es que no deben hacerse trampas jugando al solitario. Los productos deben compararse con otros productos que tengan liquidez y riesgo similar y no con los que tenga a mano en la entidad dirigidos a ese perfil de cliente. Ya lo sabe, lo mejor siempre está ahí afuera y nosotros le ayudamos a encontrarlo.
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