La integración financiera en la Unión Europea sigue siendo un capítulo pendiente.
Publicado el 24 junio 2024
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La integración financiera en la Unión Europea sigue siendo un capítulo pendiente.
El Banco Central Europeo se ha mostrado decepcionado con los avances en la integración finaniera. Señal de que hay mucho por hacer y enmendar para seguir dando pasos adelante.
Objetivo: integración financiera
Hacer autocrítica es una sana práctica que nos lleva a detectar fallos o defectos propios para así tratar de enmendarlos o al menos atenuarlos. En definitiva, es el punto de partida para avanzar y llegar a ser una mejor versión de uno mismo. Esta palabra “autocrítica” es la que nos ha venido a la mente tras la conferencia organizada por la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) para analizar la integración europea de la zona euro, al hilo del informe presentado
sobre este tema por el BCE. La máxima autoridad monetaria europea dice que “la zona del euro ha demostrado resistencia durante las crisis”, pero califica “los avances en la integración financiera” como “decepcionantes”. Y señala que “los indicadores de integración financiera han disminuido significativamente en los dos últimos años, sin que se hayan registrado aumentos importantes desde el inicio de la unión monetaria”. Nada menos.
Como decíamos reconocer el estado de la cuestión nos parece un punto de partida para tratar de avanzar. Todo ello se enmarca en un contexto de tensiones políticas – como ha mostrado el anuncio de elecciones en Francia tras celebrarse las del Parlamento Europeo –, con una guerra a las puertas de la Unión Europea tras más de dos años y con desafíos como la transición energética por enfrentar; que como señalan desde el BCE requerirán inversiones. Unas inversiones que pueden verse perjudicadas por esa falta de integración financiera; y por un ausente mercado único de capitales. Una herramienta, que se gestó con el propósito de impulsar la inversión y facilitar que las empresas de un Estado pudieran pedir financiación en otro; y que a día de hoy sigue sin ser una realidad. Como tampoco lo es la libre circulación de capitales, una reivindicación que llevamos tiempo haciendo y no nos cansaremos de reclamar. Porque uno de los beneficios del mercado único de capitales debe ser el poder aprovechar al máximo las oportunidades allí donde se encuentren. Y esto quiere decir que cualquier ciudadano pueda contratar las inversiones que haya en otro país, si aquellas le son más favorables en rendimientos. La desaparición de barreras – fiscales o de tipo que sean – debiera ser uno de los “fallos a enmendar”. Fallos que solo se enmendarán con el desbloqueo de los temas enquistados y con la definición y puesta en marcha de medidas reales.
Mientras tanto, toca adaptarse a la situación actual; sin abandonar nuestra labor reivindicativa, pero lógicamente centrándonos en las oportunidades de inversión a las que usted puede acceder en el momento presente. Un ejemplo de ello sin salir de la Unión Europea, para los perfiles que invierten en bolsa, son dos acciones suecas buque insignia de su economía, que están en máximos históricos; o para quienes diversifican en fondos, nuestras recomendaciones para aprovechar el potencial del consumo discrecional.