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El "género" en sus inversiones

Si usted se está planteando ayudar económicamente a un hijo y está pensando en “regalarle” ese dinero, ándese ojo avizor con las consecuencias fiscales de esa ayuda. Y no solo para su vástago

El tema de la igualdad de género está presente también en las inversiones.

Publicado el  16 octubre 2023
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Si usted se está planteando ayudar económicamente a un hijo y está pensando en “regalarle” ese dinero, ándese ojo avizor con las consecuencias fiscales de esa ayuda. Y no solo para su vástago

El tema de la igualdad de género está presente también en las inversiones.

La igualdad de género tomó protagonismo en el mundo de las inversiones cuando se convirtió en uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 de las Naciones Unidas.
El concepto brecha de género (“gender gap” en inglés) fue utilizado por primera vez en 1980 aplicado a la política por la feminista estadounidense Eleanor Smeal y estos días está muy de actualidad por la concesión del premio Nobel de Economía. Y es que ha sido otorgado a la también estadounidense Claudia Goldin por su exhaustivo informe sobre los ingresos y la participación de la mujer en el mercado laboral a lo largo de los siglos. La Academia sueca de las Ciencias otorga así por primera vez merecidamente en solitario este galardón a una mujer. La brecha de género, según el estudio de Goldin, existe, pero no tiene su origen solo en la discriminación. Según sus investigaciones, dicha brecha creció sustancialmente con el aumento de trabajos administrativos y de servicios, donde los jefes valoran sobremanera a quienes están más tiempo en sus puestos de trabajo, aunque no sean los más productivos; siendo los hombres quienes están despro-porcionadamente más disponibles para estar en sus puestos, frente a la mujer que lo está desproporcionadamente para hacer tareas del hogar.
Sea como sea, el asunto de la igualdad de género tomó protagonismo en el mundo de las inversiones responsables desde que en 2015 se convirtiera en uno de los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 de las Naciones Unidas. La cual fija en su quinto objetivo “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. Tal objetivo fija como metas evitar la trata, la explotación sexual, el matrimonio infantil, las mutilaciones genitales, el acceso a la salud sexual, la propiedad o herencia en igualdad de condiciones que parecen más propias de otras latitudes; pero también habla de la igualdad de oportunidades en liderazgo y de políticas que fomenten le empoderamiento femenino. Así, la industria de fondos especializada en productos “responsables” no ha pasado por alto las cuestiones de género y ya hay unos poquitos fondos, cuya política inversora tiene en cuenta el criterio de la igualdad entre sexos a la hora de seleccionar sus apuestas. ¿Cómo lo hacen? Eligiendo a empresas con mayor presencia femenina en puestos directivos y con políticas declaradas de compromiso con el fomento de la igualdad de género. 
Distintos estudios apuntan a que las empresas más diversas en su liderazgo obtienen mejores resultados, sin embargo, en lo que respecta a los fondos que apuestan por la “igualdad de género” no parecen confirmar esta teoría. Al menos en lo que a resultados bursátiles se refiere, pues la “foto finish” al compararlos con otros fondos de su categoría no los deja en muy buen lugar. A pesar de ello no seremos nosotros quienes critiquemos a los inversores que buscan algo más que unos resultados económicos con su dinero. Pero ¿por qué no combinar ambos objetivos, una inversión responsable (ESGF) y un buen rendimiento económico? Dé con la respuesta en el comparador de fondos de nuestra web utilizando sus filtros en la búsqueda.