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La gestión pasiva no existe
hace un año - lunes, 30 de mayo de 2022
Probablemente muchos gestores e inversores se lleven las manos a la cabeza al leer esta afirmación tan rotunda. Con ella acabamos de cargarnos de un plumazo el enconado debate entre gestión activa y pasiva. Que no cunda el pánico. Nos explicamos.

En la gestión pasiva los gestores copian literalmente un determinado índice.
Invertir y decidir van de la mano
La única gestión pasiva que existe es la realizada por algunos gestores de fondos, cuyo único buen saber hacer lo aplican en copiar literalmente un determinado índice. Tantos valores tiene el índice, pues tantos valores componen la cartera de su fondo; tanto pesa cada uno de ellos en el índice, pues ese mismo peso es el que tendrán en su cartera; algo para lo que no hace falta un gestor con licenciatura por el MIT. Razón que permite en buena medida a las gestoras de estos fondos aplicar bajos costes, algo que desde su punto de vista como inversor y tratándose de ETF no debe tomarse al pie de la letra si no toma algunas precauciones. Sin embargo, para usted, como inversor la gestión pasiva no existe.
Invertir lleva aparejado un buen número de decisiones. Lo cual es lógico, dado que no existen dos inversores iguales. En función de su situación, deberá decidir qué parte de su dinero puede destinar a un perfil más arriesgado y con qué parte debe ser más conservador. Deberá decidir, por tanto, si destina algo a las obligaciones españolas del Tesoro o si va a incluir acciones británicas en su cartera. Y, una vez decidido esto, aunque finalmente se decante por una gestión pasiva descartando invertir directamente en esas obligaciones o acciones, deberá decidir qué gestión pasiva desea. Y es que gestiones pasivas existen tantas como índices. En definitiva, aunque usted opte por un fondo pasivo para seguir un determinado mercado, no se librará de decidir qué índice es con el que lo hace. Vea si no el caso de las acciones británicas, donde los fondos ganadores en rentabilidad en el último lustro son de gestión pasiva, pero mientras en alguno el rendimiento en el último año ronda el 9% en otros supera el 13% e incluso alguno alcanza el 15%. ¡Y todos hacen una gestión pasiva!
Ahora bien, el debate entre gestión activa y pasiva de fondos todavía tiene su foro. Siendo la gestión pasiva la que ha superado en rendimientos para el inversor a la activa en el conjunto del último lustro, parece que el pódium podría cambiar de manos en el futuro. Así lo empezó a reflejar el último informa SPIVA de 2021, cuando en Europa ya solo eran el 51%de los fondos de acciones activos los que no conseguían superar a su índice; y viendo los datos de últimos meses parece que esta tendencia se ha acelerado con el aumento de la volatilidad. Nosotros creemos que es un debate estéril. La gestión pasiva se ha ganado su sitio y la buena gestión activa tiene sus bazas todavía para seguir ganando terreno. Es más, a nuestros ojos la conjunción de ambas como hace el fondo Beka Optima Global puede ser el camino por seguir. Una combinación que trata de sacar lo mejor de ambos mundos.
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