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Bolsas, ¿qué estrategia seguir?
hace un año - lunes, 27 de septiembre de 2021
Después de emprender el vuelo tras el desplome de marzo de 2020 las bolsas siguen su camino ascendente. Con sus altibajos lógicos, eso sí. ¿Qué hacer en este punto?
La dirección de las bolsas
En estas lides vuelve el dilema de si es mejor entrar e invertir más ahora o es preferible esperar a que bajen los precios. Responder a este interrogante no es sencillo, pues predecir la dirección que seguirán los mercados en los próximos meses es misión imposible. Y más con amenazas latentes como la quiebra de Evergrande que, si bien no es Lehman Brothers, pudiera tener incidencia, según se lo tomen los mercados. En cualquier caso, nadie sabe cómo evolucionarán las bolsas en el corto plazo, con un ojo en los datos objetivos y con otro en el sentimiento que generan sus perspectivas. Así, si se decanta por esperar no es descartable que pudiera perderse un eventual rebote. Por no hablar de la pérdida de tiempo en poner a trabajar su dinero que dicha espera le supondría. Ahora bien, aquellos inversores más temerosos de entrar en el momento equivocado, quizá prefieran dividir el capital a invertir y entrar en diferentes tiempos. Así, si los precios bajan pueden comprar más con el mismo dinero. Y si por el contrario suben, se beneficiarían al menos del dinero que tienen invertido, aunque correrían con el coste de oportunidad de tener el dinero restante en liquidez a la espera.
Al margen del momento, acertar con la forma de invertir y dar en el clavo con las compañías entraña su dificultad. ¿Es mejor ir cambiando unas acciones por otras, mantenerlas a largo plazo? Hay quienes prefieren ejecutar la estrategia de comprar y mantener a largo plazo, 10 años o más; estrategia, por ejemplo, muy del gusto de Warren Buffet. La idea subyacente es que mantener estas inversiones a largo plazo ofrece más rentabilidad que tratar de anticiparse al mercado colocando múltiples órdenes de venta a corto plazo. Ahora bien, esto no implica comprar y olvidarse de vigilar las inversiones de forma regular. Al contrario, no hay que perder de vista los motivos que nos llevaron a elegir esa inversión: si siguen intactos, seguirá siendo de nuestro interés, pero si no, habrá llegado la hora de vender y buscar mejores apuestas. Comprar y mantener tiene también la ventaja de que ahorraremos costes en las transacciones frente a los que optan por anticiparse al mercado, pero por el contrario pudiera hacernos perder algunas oportunidades. En cuanto a dar en el clavo con las acciones en el más corto plazo, por ejemplo, nosotros hemos observado que seguir las acciones con momentum positivo, siempre apoyándose en los análisis fundamentales de las compañías, puede ser de cierta ayuda (vea OIS nº 955).
En cualquier caso, sea cual sea la estrategia elegida no hay que lanzarse sin red. Aunque tampoco sean garantía absoluta – en bolsa nada lo es –, tenga en cuenta los análisis fundamentados de las compañías, esté atento a las oportunidades e invierta diversificadamente.