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La recesión europea
hace 2 años - viernes, 21 de mayo de 2021
La eurozona vuelve a caer en recesión. Su retraso en la campaña de vacunación y la lentitud con la que avanzan los planes de recuperación están teniendo su impacto, no solo a nivel sanitario, sino también económico.
Recuperación en forma de W
Según los datos publicados por Eurostat, tras un último trimestre en 2020, en el que el PIB cayó un 0,7%, 2021 ha comenzado en el mismo sentido: el PIB registró un nuevo descenso del 0,6% frente al trimestre anterior. Ello encaja a la perfección con la clásica definición de recesión. El escenario de recuperación no ha sido en forma de V como nos hubiera gustado, sino que se dibuja en forma de W, tras ver cómo la recuperación registrada el verano pasado no aguantó los envites de la pandemia.
Estas cifras no son de extrañar, debido a los problemas que hicieron tambalearse los suministros de las vacunas de AstraZeneca y Pfizer, los dos pilares en los que confiaban nuestras autoridades para recuperar la confianza de los consumidores y alcanzar la inmunidad de rebaño. Este escenario choca de pleno con el que se vive en Estados Unidos, donde la vacunación ha ido como la seda a pesar de no contar con un servicio público de salud potente: unos 117 millones de personas han recibido ya dos dosis y se permite prescindir de la mascarilla, incluso en interiores, a la población vacunada. Es más, el paquete de medidas de estímulo relacionadas con la pandemia y otras de distinta índole ya están en marcha, mientras en Europa seguimos discutiéndolas. Así, no es de extrañar que frente al -1,8% en que ha caído el PIB europeo en los últimos doce meses ellos presenten cifras positivas del +0,4%.
Luces entre las sombras
No obstante, no hay razones para caer en el pesimismo por mucho que la recesión sea un hecho. Entre estas sombras ya empiezan a vislumbrarse luces, pues la campaña de vacunación europea ha cambiado completamente de cariz en el segundo trimestre. Esperamos ir asistiendo al levantamiento progresivo de las restricciones y un nuevo despertar de la economía. Este levantamiento ya se está produciendo, si bien al ser tan reciente no ha tenido reflejo todavía en cifras oficiales; y, por el contrario, lo que más bien puede ocurrir es que salgan a la luz más malas noticias que se encuentran larvadas como la desaparición de empresas y empleos zombis una vez cesen los ERTE y otras ayudas COVID.
Las perspectivas son en estos momentos esperanzadoras y estimamos que en la segunda mitad del año pintarán mejor para la eurozona y sus empresas. Así, el retraso y recesión que ahora la aquejan debieran quedar pronto atrás. Aunque también hay que decir que no se espera que la economía europea vuelva a los niveles de actividad de 2019 hasta dentro de varios años. No obstante, esto no es una razón de peso para quedarse instalados en el pesimismo. Tanto es así que, por nuestra parte, seguimos apostando por acciones de la zona euro en todas nuestras estrategias globales.