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El dólar en la era Biden
hace 2 años - lunes, 11 de enero de 2021
El asalto al Capitolio el pasado 6 de enero durante la sesión que debía confirmar la victoria de Biden dejó atónito al país. No así a las bolsas, que siguieron su curso ajenas al ataque contra la democracia o al dólar, que continuó debilitándose frente al euro, durante la sesión.

2020 fue un año difícil para el dólar, ¿hacia dónde irá en la era Biden?
Una tendencia que ha dominado durante 2020, año difícil para la moneda de referencia del sistema financiero mundial. El billete verde no sólo perdió terreno frente al euro, sino también frente a la mayoría de monedas del mundo. Si bien comenzó el año sobrevalorado frente al euro y muchas otras divisas y fortaleciéndose en el punto álgido de la pandemia – cuando los inversores corrieron a buscar refugio –, acabó siendo víctima del apetito por el riesgo. Y es que aprovechando la avalancha de liquidez proporcionada por los bancos centrales y con la seguridad de que se dispondría de financiación barata en los años venideros, los inversores, alentados también por el anuncio de vacunas eficaces, abandonaron el dólar en favor de divisas más arriesgadas; pero también con mejores perspectivas de rendimientos.
La pregunta es hacia dónde irá el dólar en la era Biden, ¿continuará su caída? Un dólar débil como quiere el demócrata sería beneficioso para las exportaciones y daría ventaja competitiva a su economía, prioridad del futuro presidente. Entre los factores que apoyan la teoría de un dólar débil en el futuro está la perspectiva de un estímulo fiscal y presupuestario con un fuerte aumento del gasto y la inversión del Estado en el país como quiere el nuevo dirigente. Ello agravaría aún más los déficits presupuestarios, debilitando la posición del dólar, que ha pasado de estar sobrevalorado a una posición más cercana al equilibrio. Con todo, creemos que harán falta más elementos que lo empujen hacia una caída significativa.
Por otro lado, cabe señalar el efecto que la debilidad del dólar está teniendo en los mercados. Por ejemplo, está inflando los beneficios de las empresas americanas que tienen como referencia el billete verde. No así el de los inversores europeos en EE.UU. Y es que con una caída del dólar cercana al 9% en el año, significará pérdidas al hacer la conversión a euros en aquellas acciones que no hayan subido más de ese porcentaje. Y es que el fortalecimiento o debilitamiento de una moneda tiene dos caras. Por ejemplo, con el fortalecimiento del euro bien puede aprovechar para comprar barato en el extranjero. Y más con la aplicación de la Tasa Tobin española, que puede llegar a multiplicar hasta 7 veces los costes al comprar acciones de las grandes empresas patrias. Un coste que nos parece abusivo y que podría acabar empujando a los inversores hacia otros mercados. Una nefasta idea que llega además en un mal momento en que la rentabilidad de la Bolsa española en los últimos doces meses ha sido muy inferior a la de otros mercados.