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La teoría de la repetición
hace 2 años - viernes, 6 de noviembre de 2020
La primavera pasada, atraídos por el desplome de los mercados bursátiles con la crisis sanitaria, una ola de nuevos inversores se decidió a probar suerte en los parqués. Y la tuvieron, gracias al sorpresivo repunte de las bolsas que, contra todo pronóstico, escalaron posiciones obviando el curso de la pandemia.

El CAPE o PER de Shiller es un ratio creado por el economista Robert Shiller.
A más de uno le gustaría ahora volver a disfrutar de esas mieles y que se repitiera la buena suerte. Y es que como reza la popular expresión latina “bis repetita placent”, acuñada por Homero en su obra Arte poético, las cosas dos veces repetidas gustan; las que generan placer, se entiende.
Ahora bien, por el momento la incertidumbre sigue copando el ambiente. Tras las elecciones en Estados Unidos seguimos a la espera de conocer quién ocupará la Casa Blanca. Si bien algunos sectores reaccionaron al alza – el Nasdaq repuntó un 2% tras los comicios –, lo ajustado del resultado tiene a los inversores en tensión. Tensión de la que ya hablaban expertos como el economista estadounidense y Premio Nobel, Robert Shiller. Para este sabio ambos factores, las elecciones norteamericanas y el coronavirus, junto a la polarización política han llevado al miedo a un crash bursátil a sus cotas más altas en muchos años. Se da la combinación de varios factores: por un lado, la confianza de los inversores es baja, y por otro, la valoración de las acciones – teniendo en cuenta ratios como el PER histórico creado por el propio Shiller y que se conoce por ello como CAPE o PER de Shiller – es bastante alta (a diferencia de marzo, cuando tras el batacazo la valoración era relativamente baja y los mercados subieron); combinación, que según él, si bien no equivale a tener por seguro un próximo crash bursátil, sí eleva su riesgo, debiendo extremar la prudencia ahora.
En cuanto a la pérdida de confianza, la reflejan más encuestas, sin ir más lejos nuestro índice del tercer trimestre situó la del inversor español en su nivel más bajo desde diciembre de 2013. Caso que pudiera no ser el de esos neo inversores que, empoderados por los resultados primaverales, se ven capaces de emular a los analistas profesionales y tienden a creer que darán de nuevo con un caballo ganador. Por el camino olvidan que, la bursátil es una carrera de fondo a largo plazo y un movimiento ganador a corto plazo es sólo principalmente atribuible a la suerte.
En definitiva, olvídese de repeticiones – si se dan, bienvenidas sean – y evite errores de bulto como dedicar demasiado peso a una acción o sector, hacer apuestas que no se correspondan con su perfil de inversor o incurrir en costes que pudiera ahorrarse (de transacción, fiscales, en intermediarios caros…). Eche mano del asesoramiento independiente que le ofrecemos y diversifique su cartera. Ese comodín al que siempre recurrimos – y no sólo nosotros, también lo ensalza Shiller –, que se presenta como la forma más eficaz de blindarse, si la hipotética profecía autocumplida del crash llegase a prosperar.