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La fuerza de la esperanza
hace 2 años - lunes, 16 de noviembre de 2020
La semana pasada las bolsas fueron de euforia en euforia. Cuando aún estaban celebrando la victoria del candidato demócrata en las elecciones americanas, llegó el anuncio de Pfizer a insuflar esperanza.

Los buenos resultados de los estudios preliminares de la vacuna de Pfizer dieron alas a los ánimos de los inversores.
La efectividad en sus estudios preliminares en un 90% de la vacuna de la farmacéutica estadounidense en colaboración con BioNTech inyectó una dosis de esperanza y apetito por el riesgo en los inversores. Las subidas no se hicieron esperar y las bolsas vivieron varias jornadas de gracia. El Ibex por ejemplo se anotó un 8,5% el lunes 9 de noviembre, su mayor ascenso desde hace 10 años. Por su parte, Pfizer repuntó más de un 7,5% en la Bolsa de Nueva York. La esperanza de que la luz al final del túnel se vea antes de lo esperado llevó también al rebote de valores ligados al turismo como la hotelera Meliá Hotels, cuya cotización salió de mínimos; o la aerolínea IAG, que se anotó casi un 45% de subida en los tres primeros días de la semana.
Con el duro año que llevamos recorrido ya había ganas de buenas noticias. El mundo está deseando dejar atrás la pesadilla del coronavirus y comenzar a vislumbrar la era post covid. Pero no se pueden lanzar las campanas al vuelo, cuando la posibilidad de nuevas restricciones en los países más afectados podría estar sobre la mesa. El camino por delante aún es arduo. Y así lo han recordado los bancos centrales en su reunión de hace unos días. Estuvieron de acuerdo en la esperanza que abre la vacuna de Pfizer, pero dejaron claro que hay que ser prudentes con este anuncio. Y es que aún serán necesarios más estímulos monetarios para atajar la crisis. Es más, hay que tener presente que aún está por ver la eficacia real que tendrá la vacuna frente a la enfermedad y que su alcance será limitado (10 millones de personas, según ha avanzado el Gobierno en España). Ahora bien, tarde o temprano llegará ese nuevo escenario post covid y es normal que el inversor se empiece a preguntar qué empresas o países estarán mejor posicionados en esa nueva era. ¿Lograrán los sectores más castigados por la pandemia remontar y renovarse? ¿mantendrán su liderazgo los ganadores de la crisis, como los gigantes de internet o tendrán que enfrentarse a más competidores? Geográficamente, países en profunda recesión, pero bien posicionados en sectores de futuro podrían salir airosos, gracias a la acción monetaria y fiscal. A su vez, las economías más aventajadas ahora podrían dar un vuelco en el futuro, si los sectores que tiran del carro se deprimen.
En conclusión, la fuerza de la esperanza no es suficiente por ahora. La niebla aún es espesa, pero ello no implica que el inversor deba paralizarse. Hay que seguir adelante con el análisis constante de los mercados y aprovechar oportunidades a nuestro alcance como las jugosas revalorizaciones de los mejores fondos de acciones estadounidenses; o las que aún se pueden encontrar en alguna economía emergente, a pesar de la tormenta en la que les ha sumido el virus.