- Sala de prensa
- Aspiraciones ilusas
Noticias
Posiciones editoriales
Aspiraciones ilusas
hace 2 años - lunes, 31 de agosto de 2020
En los últimos meses estamos siendo testigos de una epidemia que apareció con el batacazo bursátil de marzo y se ceba entre una generación de inversores novatos.
Alentados por la facilidad que dan algunos brókeres online, se lanzan al parqué bursátil a jugarse sus ahorrillos buscando el chollo del momento o persiguiendo la estela de las acciones de relumbrón. Una ola, más bien oportunista y especulativa, que no durará siempre y cuando rompa se llevará por delante a muchos de ellos.
Ahora bien, ¿cuál es la actitud de los inversores con más solera? Según una encuesta realizada en abril por el gestor de activos Schroders a 23.000 inversores en 32 países, estos son muy optimistas: la mayoría espera que el impacto de la CO-VID-19 será limitado en el tiempo y unos rendimientos anuales que ronden el 10,9% de media en los próximos 5 años. Una cifra que en España con un 10,03% no queda a la zaga. En nuestra opinión tales expectativas son claramente optimistas: tanto si miramos hacia adelante, donde podemos ver un escenario de recuperación económica, con tipos de interés nulos o negativos, al que le queda un buen trecho para volver a la normalidad pre-COVID; como si echamos la vista atrás al último lustro, donde la rentabilidad anual bruta que obtuvieron los inversores españoles en fondos fue casi nula: un 0,13% o incluso del -4,6% para los que apostaron por fondos de acciones españolas. Si se pregunta qué revelaba esta misma encuesta hace 5 años, no le sorprenda si le decimos que el rendimiento anual que esperaban los inversores era nada menos que ¡un 12% anual!
Como en encuestas anteriores, curiosamente, son los que se consideran más expertos los que resultan más optimistas. Estos autoproclamados "expertos" tienen un razonamiento peligroso y simplista: piensan que sus expectativas están justificadas por los niveles de rendimiento que han alcanzado en el pasado. Pensamiento, que queda desbaratado por un viejo mantra que a estas alturas ya le resultará familiar: “rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros”. Para más inri dichos expertos suelen recurrir a la hora de buscar información a la que proporcionan los bancos y otros asesores financieros, ávidos de vender productos, y que encuentran caldo de cultivo cuando prevalece el optimismo.
Datos como el de esta encuesta confirman que los inversores son irracionalmente optimistas en cualquier parte del mundo; un optimismo, que puede llevarlos a acometer inversiones alocadas, unas veces, y otras, directamente a la frustración. Sirva como baño de realidad el 5% de rendimiento anual medio que esperamos para nuestra Cartera Global Flexible en los próximos 10 años. Dejarse cegar por el optimismo en cuanto a rendimientos futuros no es buen consejero para su estrategia inversora; en cambio, sí lo es diversificar con precaución.
Consulte nuestras carteras modelo y sus rendimientos esperados.