- Sala de prensa
- Oportunidades entre la deriva
Noticias
Posiciones editoriales
Oportunidades entre la deriva
hace 2 años - lunes, 6 de abril de 2020
Ante el comportamiento errático de la bolsa, inmersa en una espiral de caídas que se ha ido agravando al compás de la pandemia, han surgido voces que se preguntan sobre la conveniencia o no de cerrar el parqué.
Y es que como la realidad se encarga de recordarnos, en este se cotizan expectativas; es decir, la confianza o desconfianza de los inversores, donde hoy desempeñan un papel protagonista las medidas económicas para afrontar esta crisis; la gestión que se está haciendo de ella en todos los ámbitos– incluido el sanitario con el gran coste de vidas humanas – por parte de las autoridades dentro y fuera de nuestras fronteras. Un coste que en términos económicos no se puede determinar con precisión en el momento presente, lo cual también está siendo fuente de incertidumbre.
Con todos estos elementos no es de extrañar que las bolsas naveguen a la deriva. Y es que como decía el defensor de la inversión de valor Seth Klarman “la bolsa es la historia de los ciclos y del comportamiento humano que es el responsable de las reacciones excesivas en ambos sentidos”. Reacciones excesivas, al igual que lo está siendo este virus maldito, de las que hemos sido testigos desde que la pesadilla de esta pandemia limitara nuestra libertad de movimientos y dejara la economía en estado de hibernación. La elevada volatilidad de las Bolsas refleja sobre todo la gran dificultad de los inversores para estimar el valor fundamental de las empresas y, por tanto, el valor justo de las acciones. Mientras no se comprenda mejor el impacto de la crisis sanitaria en las economías, los precios de los activos seguirán siendo inestables. Una inestabilidad que todavía creemos que seguirá azotando los mercados durante algún tiempo más, dependiendo de la intensidad y duración de la pandemia. Otro elemento que estamos convencidos que podría marcar un punto de inflexión en los mercados a lo largo de esta crisis sería una mayor cooperación y coordinación europea para estimular las economías; reto que tiene ante sí la Europa de los 27.
En este contexto, es claro que la caída de los beneficios para ciertos grupos como las compañías aéreas, restaurantes, hoteles, industria pesada, entre otros, será muy fuerte. Pero en medio del maremágnum hay quienes, como las compañías de distribución, han visto incrementadas sus ventas. El acopio de alimentos por parte de la población ha dejado imágenes de estanterías vacías y ha estimulado las ventas a través del canal on line de algunas cadenas de supermercados. Así, no es raro encontrar oportunidades en acciones individuales de este sector. Oportunidades a las que permaneceremos atentos allá donde surjan, así como a las amenazas para tomar las medidas necesarias. De ahí, el cambio que acabamos de introducir en nuestra Cartera Global Flexible para mantener el equilibrio de sus inversiones y reducir los riesgos detectados.