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Resistencia a prueba
hace 3 años - lunes, 23 de marzo de 2020
La ola de caídas bursátiles de las últimas semanas está poniendo a prueba la resistencia de los inversores. Y es que no resulta fácil aguantar el envite, cuando uno ve que el rojo se instala sin distinción en cualquier tipo de activo.
Y más cuando el avance implacable del coronavirus ya dibuja en el horizonte un escenario de recesión para la economía global. Por mucho que las autoridades monetarias y gubernamentales de cada país saquen la artillería pesada, la crisis sanitaria dejará huella. Si bien, sus efectos serán más o menos profundos, en función de la contundencia, coordinación y rapidez con la que se actúe. No resulta fácil en este contexto – y lo sabemos – mantener la calma cuando la pandemia seguirá ejer-ciendo su presión bajista en las bolsas a corto plazo. Las preguntas más cotizadas estos días son qué hacer con las inversiones, si es conveniente vender parte de la cartera o si hay algo que se pueda comprar. En nuestra opinión, lo más coherente es deshacerse de aquellas inversiones que, a pesar de la corrección bursátil, sigan estando caras; lo que no equivale a lanzarse a las ventas indiscriminadas. Como venimos insistiendo, nadie puede saber cuándo llegará el rebote y de bajarse del barco, podría perderse la cresta de la ola.
En momentos de turbulencias blindar una cartera de caídas resulta prácticamente imposible. Pero sí puede echar mano de un buen escudo: una buena diversificación y la inclusión de inversiones que actúen de contención como las obligaciones; un tipo de inversión que tiende a subir, cuando el mercado retrocede. Compruebe que cuenta en su cartera con este resorte necesario para cualquier perfil de inversor. Es por ello, que las incluimos en todas nuestras carteras con distintos pesos: desde el 20% de la Cartera Mixta Dinámica hasta el 75% de la Mixta Defensiva.
Y en esta prueba de resistencia no podían faltar los sectores defensivos; como el farmacéutico, inmerso en la búsqueda de tratamientos contra el COVID-19; o el de la alimentación, que vive un aumento de la demanda ante los millones de personas confinadas en sus casas. Cierto es que no son ajenos a este derrumbe en los mercados, pero resisten mejor el golpe (vea el artículo Sectores defensivos: farmacia y alimentación a la palestra).
Aparte del impacto económico y sanitario – donde lo más triste e irreparable es el coste de tantas vidas humanas –, estamos asistiendo también a un cambio de hábitos a nivel social. Con una gran parte de la actividad económica paralizada y la población en cuarentena, el consumo desde los hogares se ha disparado. Ello está propiciando un cambio de hábitos de consumo, que beneficia también a algunos sectores, donde comienzan a surgir oportunidades. Eso sí, sea muy selectivo en sus compras y distribúyalas en el tiempo. Pero sobre todo no pierda de vista la diversificación geográfica y sectorial de su cartera, pues será la que a largo plazo le hará resistir al azote de esta crisis.