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¿Más impuestos en el horizonte?
hace 3 años - lunes, 24 de febrero de 2020
La futurible llegada de dos nuevos impuestos en suelo nacional vuelve a estar en boca de todos. Seguro que más de uno de ustedes sabe a cuáles nos referimos sin necesidad de nombrarlos, ya que llevan en la agenda del Gobierno una larga temporada.
Son ni más ni menos que la popular Tasa Google y la Tasa Tobin, que grabarían los servicios digitales (ISD) y las transacciones financieras (ITF), respectivamente. Y es que la semana pasada los “españolitos”, como decía Mecano en su canción, nos desayunamos la noticia de que el actual Gobierno daba luz verde a la aprobación de ambos impuestos. Es decir, aprobaba los proyectos de ley de ambos impuestos que ahora tendrán que pasar por la aprobación de las Cortes. No obstante, la noticia corría como la pólvora por los medios a modo del grito “¡que viene el lobo!”.
En el caso de la Tasa Google, de aprobarse, su cobro se pospondría a diciembre; momento en que la OCDE prevé tener preparada una propuesta global sobre la aplicación de este gravamen. Es por eso, que la delantera tomada por el Ejecutivo español se queda de momento en papel mojado, pues es más un “sí, pero no todavía” para dar tiempo a que la comunidad internacional se pronuncie sobre el tema y después tomar decisiones conjuntas. En cualquier caso, no somos ajenos a este asunto y hemos analizado cómo impactaría su aplicación en las empresas que ofrecen servicios por Internet. Impacto que a todas luces caerá, sin duda, sobre los consumidores, que verán como las compañías en la diana de esta tasa – entre ellas gigantes digitales Google (Alphabet), Facebook, Amazon y Apple – repercuten su coste sobre los servicios que reciben. No parecen, por tanto, muy preocupados por la tasa en sí, que viene a sumarse a otros peajes fiscales que ya pagan. Respecto a la Tasa Tobin ya hemos expresado en el pasado que nos parece un perjuicio para el inversor, sobre todo para los más dinámicos, pues tendrán que pasar por caja al comprar determinadas acciones. Al igual que ocurre con el impuesto digital, sigue sin existir consenso en la Unión Europea sobre su aplicación. Tras años estancados en el debate tan sólo Italia y Francia la han puesto en práctica y con escasos resultados.
Ocurra lo que ocurra a finales de año, parece que la tormenta llegará tras el verano por lo que no hay motivo para temer la llegada del lobo con antelación. Quedan aún unos meses por delante y quizá después no sea tan fiero como pintan siempre a este a este animal, sino más una versión descafeinada. Quedan unos meses por delante, con lo que por ahora preferimos quedarnos en el momento presente, en el que no hay por qué echarse a temblar. Eso sí, mantendremos como siempre la vista puesta en el devenir de los mercados y de los riesgos reales o futuribles que puedan atenazarles para actuar en consecuencia. Análisis y vigilancia del que nacen los consejos que le ofrecemos.