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Que no cunda el pánico
hace 3 años - lunes, 27 de enero de 2020
El coronavirus detectado hace apenas un mes en China se ha llevado ya por delante la vida de 81 personas y, junto a los 2.774 oficialmente infectadas a 26 de enero, se sospecha que otras 6.000 personas podrían ser portadoras.
Casos en Francia y Estados Unidos confirman que el virus ha saltado ya desde Asia y traen a la memoria la alarma sanitaria que se originó allá por 2003 en la también provincia china de Guangdong. Entonces el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) se cobró la vida de cerca de 800 personas a lo largo de dos años y, según datos del Fondo Monetario Internacional, costó a la economía global 36.000 millones de euros y produjo una caída del PIB de en torno al 1% en China y del 2,5% en Hong Kong.
Y es que la aparición de una crisis sanitaria de grandes dimensiones, además de un drama humano allí donde ataca, puede ser una herida considerable para el engranaje económico de forma global. Así lo refleja la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que una situación de pandemia podría generar pérdidas de 450 mil millones de euros. Sin embargo, aún es pronto para observar un escenario de este tipo ya que, al menos de momento, la OMS ni siquiera ha considerado necesario declarar una emergencia sanitaria. Las contundentes medidas impuestas por el Gobierno chino, que no se ha andado por las ramas y ha puesto en cuarentena nada menos que a 41 millones de personas, podrían tener dos lecturas. La de los que se dejan llevar por el pánico al ver como queda herméticamente cerrada una ciudad con tal magnitud de población; y la de aquellos que ven la rapidez y con-tundencia empleada por el gobierno del gigante asiático para poner coto a la crisis sanitaria. Por nuestra parte, insistimos en lo prematuro del momento para saber la fuerza con la que golpeará en la economía; pero lo que está claro es que dejará su huella en determinados sectores como el del transporte, el lujo o el turismo (vea cómo afecta a la aerolínea hispano-británica IAG y al grupo hotelero Meliá Hotels). Además, puede ser un detonante que lleve a la corrección de las bolsas.
Por el momento, lo mejor es permanecer alerta y ver cómo evoluciona esta crisis sanitaria para así poder valorar su alcance real. Así, nuestro consejo es que permanezca atento, pero siempre manteniendo la calma. Hace ya tiempo que nosotros sacamos de nuestras estrategias las apuestas de China y Hong Kong por su elevado riesgo, y recomendamos vender los fondos que invertían en la zona, con lo que no deberían estar entre sus inversiones. Y para aquellos sectores susceptibles de sufrir el golpeo de este virus y en los que vaya acumulando beneficios, puede ser el momento de plantearse recoger beneficios. Ganancias que puede plantearse apostar en otro sector recomendado del que recientemente le hemos hablado, el farmacéutico.