Noticias Posiciones editoriales

¿Transparencia o paripé?

Publicado el   26 marzo 2018
Tiempo de lectura: ##TIME## min.

Compartir este artículo

La Mifid II obligará a los intermediarios a desglosar los costes de análisis en su factura. ¿Motivo de preocupación?
El principal objetivo declarado de la Directiva europea Mifid II que acaba de entrar en vigor es el refuerzo de la protección de los inversores. Para ello se adoptan una serie de medidas destinadas supuestamente a mejorar la estabilidad, la seguridad y la transparencia de los mercados, en un entorno de fuerte desarrollo tecnológico y globalización. La pregunta es si al final todo este batiburrillo de medidas realmente cumplirá su propósito de proteger a los pequeños inversores o si en realidad tan solo se trata de un lavado de cara para el sector, sin cambios sustanciales. Nosotros ya le avanzamos que recibimos tal directiva con escepticismo.

Una de las disposiciones de la Mifid II obligará a los intermediarios a desglosar en su factura qué parte de lo que se venía cobrando a las gestoras como comisiones bursátiles corresponde a costes de intermediación propiamente dichos y qué parte a los costes de análisis, todos los cuales eran cargados al fondo. ¿Motivo de preocupación? El conjunto de estos costes en principio no debería ser muy abultado ni tampoco el castigo sufrido por el partícipe, salvo en aquellos fondos que rotan mucho su cartera, a veces sin una explicación más razonable que ser curiosamente el bróker con el que actúan perteneciente al mismo grupo que la gestora. Cómo se repartirán estos costes es una incógnita. Al quedar en manos del bróker que no querrá perder a su cliente, mucho nos tememos que tal reparto a veces pueda terminar siendo una operación de márketing para las gestoras. Sería el caso en que éstas asuman el coste del análisis, y éste haya quedado fijado de forma irrisoria por parte del bróker, siendo el grueso de los costes que hasta ahora soportaban como la parte correspondiente a costes de intermediación.

Muchos son los problemas a resolver todavía en el ámbito de los fondos de inversión. Simplemente, por poner un ejemplo, el de los fondos de aparente gestión activa que en realidad hacen gestión pasiva pero cobrando abultadas comisiones. O al que se van a enfrentar muchos con la pujante oferta de gestión delegada de fondos en que no quedan muy claros los costes totales que soporta el partícipe, al sumarse los del propio servicio a los ya descontados del valor liquidativo.

Por ello, a la hora de elegir un fondo, lo verdaderamente relevante es su gestión en el largo plazo, es decir, el rendimiento final generado a sus partícipes respecto al de los otros fondos de su categoría y al índice de referencia, que debe ser obtenido con regularidad para que podamos hablar de un buen fondo. Tener en cuenta estos factores, como hacemos nosotros, es el primer paso para saldar con éxito su inversión.

Puede seguirnos en Facebook.
www.facebook.com/OCUinversiones