- Sala de prensa
- El Banco Popular, ¿no vale nada?
Noticias
Posiciones editoriales
El Banco Popular, ¿no vale nada?
hace 6 años - lunes, 12 de junio de 2017
Vea nuestra postura sobre el nuevo escándalo financiero en nuestro país.
Vaya por delante que todo lo que rodeaba al Popular en los últimos meses desprendía un tufillo algo desagradable. De hecho, nosotros llevábamos tiempo preocupados por su futuro y le habíamos apremiado con numerosos consejos de venta. ¿La razón? Una nefasta gestión que tenía como punta de lanza la elevada exposición al ladrillo y de la que el antiguo presidente Ángel Ron era el máximo responsable. Por increíble que parezca, el expresidente se fue hace pocos meses por la puerta grande y con los bolsillos llenos, remunerando muy generosamente una ingente destrucción de valor para el accionista. Bien es cierto que su sucesor en el cargo, Emilio Saracho, tiene poco de lo que presumir.
Si nos ha hecho caso, sus ahorros no se habrán visto afectados: no debería tener acciones del banco y por los depósitos y cuentas no ha lugar a la preocupación (vea nuestro análisis al respecto). Pero, lamentablemente, somos conscientes de que hay muchos pequeños inversores que sí apostaron por las acciones de esta entidad. Y lo hicieron en base a una información contable que distaba mucho de ser fiable. Ahora, tras una intervención llevada a cabo con nocturnidad, han visto cómo de la noche a la mañana perdían todo su dinero. La operación de “rescate” realizada creemos que está muy lejos de ser modélica. Se basa en un sistema perverso por el que se produce una expropiación de la propiedad de los inversores sin “justiprecio” alguno, dejando de lado el “valor razonable” que pudiera tener el Popular y partiendo de la base de que este banco no vale nada. ¿Cómo puede suceder algo así en una entidad centenaria que hasta hace un par de meses tenía unos fondos propios cercanos a los 11.000 millones de euros?
Mucho hay de censurable en la actuación de las autoridades supervisoras españolas y europeas que, tras unos años mirando para otro lado y dando el plácet a la entidad con los test realizados, no han dudado en aplicar la inyección letal a sus accionistas. Comportamiento muy diferente al seguido con otros bancos en similares circunstancias como el italiano Monte dei Paschi al cual han permitido recapitalizarse, algo que aquí ni se ha intentado este año sin que sepamos por qué. Y todo ello sin olvidarnos de la falta de transparencia y competitividad de un proceso de venta del que el Santander, que solo tuvo que esperar a que cayera la manzana del árbol, puede haber salido muy favorecido.
De todas formas, puede que todo no esté perdido. Desde OCU, sin querer generar falsas expectativas, estamos estudiando todas las acciones, judiciales y extrajudiciales, que sean necesarias para defenderle. Hacemos un llamamiento a los afectados para que se sumen a la plataforma de movilízate y estén puntualmente informados de la situación. Ya sumamos más de 9.350 afectados. ¡No le dejaremos solo!
También puede interesarle: