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China: el dragón está como un toro
hace 6 años - lunes, 24 de octubre de 2016
¿Qué opinamos del último dato del crecimiento económico chino? ¿Hay motivos de inquietud?
El dragón amarillo sigue escupiendo fuego por sus fauces. De nuevo, y cumpliendo como un reloj suizo sus previsiones de crecimiento económico, el Gobierno de Pekín ha anunciado una cifra oficial para el tercer trimestre del +6,7%. Cifra de crecimiento que queda por encima de la de aquellos que llevan meses anunciando el parón chino y que, por ser exactamente igual a lo previsto y a la de los dos trimestres anteriores, es, a ojos occidentales, motivo de chanzas y sospechas en lo que a su fiabilidad se refiere. Lo cierto es que China está creciendo, y mucho más que la vieja Europa o la pujante Norteamérica. Las empresas chinas son las que se están haciendo con otras empresas en el resto del mundo y las cotización de las acciones chinas reflejan al alza este buen tono. En los últimos nueve meses nuestros fondos recomendados para abordar la inversión en el gigante amarillo, el Fidelity Funds China Focus A-ACC-EUR y el SISF Hong Kong Equity A Acc, se han revalorizado en euros un +28,3% y un +24,6% respectivamente. ¡Ahí queda eso!
Creemos que China merece un hueco en la cartera de todo inversor que tenga una visión de largo plazo y siempre que le dé un peso razonable, como hacen nuestras carteras globales (hasta un 10% p.ej. en nuestra cartera de referencia). Y es que si bien el carrusel chino sigue dando vueltas con la música sonando de fondo, se oyen no pocas notas desafinadas ante las que no podemos ponernos tapones.
La economía china está en un proceso de transformación desde una economía centrada en las exportaciones a otra apoyada en su mercado interior, mercado que animan favoreciendo el crédito. Y los datos de consumo no defraudan: las ventas minoristas aumentaron un 10,7% en septiembre, pero al igual que ha ocurrido en otras economías en las que se ha recurrido al dinero fácil, dicho crédito no ha ido a parar sólo al consumo sino que el sector inmobiliario también se está viendo recalentado. El sector constructor e inmobiliario pesa ya alrededor de un 15% de su economía y una crisis bancaria podría ser un mazazo para todo el país. De hecho el FMI (Fondo Monetario Internacional) ha señalado con el dedo como dato muy preocupante que el conjunto del endeudamiento público y privado alcance ya el 250% del PIB (Producto Interior Bruto).
Nosotros somos conscientes de estos problemas y creemos que la música debería empezar pronto a sonar más lenta: un ritmo más cercano al 5% en 2017/2018 es más digerible que el actual. Mantenerse a este ritmo durante muchos más trimestres podría concluir en un parón abrupto del tiovivo, algo que nadie, ni dentro ni fuera de China, desea. Por el momento pensamos que China es una baza imprescindible en toda cartera global a largo plazo.
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