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¡Ay!, el banco ya no le quiere
hace 7 años - viernes, 16 de septiembre de 2016No hace tantos años cuando entraba por la puerta de la oficina bancaria el señor Manolo, que a la sazón acudía con otro par de milloncejos (de pesetas) a contratar un nuevo depósito, era el propio director de la oficina quien salía a recibirle extendiendo la alfombra roja. Mucho ha llovido desde entonces. Ahora, el director está siempre ocupado y aunque nuestro amigo insista al comercial de turno en que quiere otro depósito porque no quiere asumir riesgos y que dado el montante de dinero que aún tiene en el banco merece ser tratado como un cliente con un interés preferencial, al Sr. Manolo sólo le ofrecen un 0,3% a un año vista. ¡Ni para pipas!
Nuestro amigo no se ha dado cuenta de que para la entidad es el diplodocus de los clientes. Y si todo sigue evolucionando como hasta ahora, será él quien deba pagar dinero al banco para que le guarden su dinero, como ya hacen las principales entidades del país con los clientes insti-tucionales.
Desengáñese, el banco ya no quiere que usted contrate un depósito. Cuando ellos aceptan su depósito les mete en un problema. Pues o bien lo depositan en el BCE (Banco Central Europeo) por lo que este les cobra un 0,4%, con lo que acaban perdiendo ese 0,4% más el 0,2% que deben destinar al FGD (Fondo de Garantía de Depósitos), más lo que a usted le retribuyan; o bien lo deben recolocar en una operación de riesgo (prestándoselo a otro cliente p.ej.) lo cual parece que sigue sin verse muy claro y además les exigen ciertos requerimientos de capital que garanticen su solvencia, algo de lo que la mayoría de entidades andan bastante escasas.
Con los tipos rozando el 0% no hay lugar para margen de intermediación. El negocio de toda la vida de la banca, cogiendo dinero de quien no lo necesitaba y prestándoselo a quien sí, obteniendo con ello un margen de intermediación entre lo que retribuye a unos y cobra a los otros, es un negocio herido que sólo pueden llevar adelante las entidades más solventes. Hoy su recurso es sablearle a comisiones y cuantos más clientes tengan a los que sablear, mejor. Por ello, y por norma general, los depósitos más jugosos se ofrecen sólo como gancho para captar a nuevos clientes y su retribución no es sino el precio que paga tal entidad por captar un nuevo cliente con vinculación, razón por la que se encuentran topados temporalmente a plazos muy cortos (3 o 6 meses) y/o a cantidades (no más de 5.000 euros por ejemplo), de forma que ese pago de captación sea un coste bajo en relación a las comisiones que luego piensan obtener con ellos (vea aquí más detalles). Y no olvide que saliendo fuera de nuestras fronteras es donde puede encontrar los mejores, algo a lo que le animamos si de verdad a usted le conviene un depósito y lo hace con las precauciones debidas (vea aquí más detalles).
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